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México México · Ciudad de México
Voto de Efrén Angel:
5
Drama. Fantástico Leticia es una burócrata que comparte su departamento con doña Amparito, una compañera obsesionada con el recuerdo de su hijo Miguel Ángel, quien abandonó el hogar años atrás y se hizo marinero para ver el mundo. La terquedad de la anciana influye en Leticia, quien comienza a añorar a Miguel Ángel. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una primera parte realmente potente, se logra en la historia un fenómeno no muy recurrente, el de hacer protagonista a un personaje que solo conocemos por descripción y mención por parte de otros personajes. En este caso, Miguel Ángel, hijo de Amparo; ésta, mujer burócrata de edad avanzada que, junto a Leticia, joven compañera de trabajo, de hogar y de desventuras de la madre, recuerdan y anhelan cada una a su manera el regreso del primer mencionado. Junto a un excelente aura del burocratismo mexicano de los 70´s se nos presenta la historia de Miguel Ángel, siempre contada a cachos por su madre y sus excompañeros de trabajo. La joven, a ratos inocente y casi siempre ensoñada, se enamora poco a poco del recordado muchacho. Así pues, las esperanzas de ambas compañeras de vida se unen al recuerdo de él. El recuerdo propicia todas las ilusiones de Leticia y la sobrevivencia de Amparo, la primera entusiasmada por aquel hombre arriesgado y valiente que en su hartazgo se fue a probar suerte al mar y, la segunda, en su afán más puro y noble por ver de nuevo a su hijo.
Transcurren así los minutos hasta el momento clave donde Amparo cae en la duda mortal sobre si su hijo estará aún vivo. La probable realidad la hace caer en depresión casi fatal y, con el sorpresivo y curiosamente manejado (narrativamente hablando) regreso del añorado, las cosas dentro y fuera de la pantalla cambian drásticamente. Se nos presenta al joven, lo conocemos por primera vez y no nos sentimos participes del sentir de Leticia, sabemos que ella se encuentra entusiasmada y alegre, nosotros no. Miguel Ángel ha llegado a romper toda ilusión que como espectador teníamos de él y lamentablemente su presencia no nos aporta nada al entendimiento de los deseos e ilusiones de las mujeres cuando, ahora, la madre está desdibujada casi por completo de la narración y la enamorada se encuentra en un hilo de incertidumbre donde ya comprendimos qué le sucede pero no podemos visualizar su porvenir. Los minutos pasan, la narración parece disolverse con cada minuto y, sencillamente, para finalizar Hermosillo nos entrega un final onírico y confirmador de que no hay nada más que esperar, que como a Leticia y Amparo todo nuestro entretenimiento e interés ahora se ha ido con el agua, la misma que se ha llevado a Miguel Ángel de regreso al mar tal vez para siempre.
Efrén Angel
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