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España España · Madrid
Voto de Kbyo:
6
Serie de TV. Drama Miniserie de TV (2020). 3 episodios. 'Quiz' cuenta la historia de Charles Ingram, un ex comandante del ejército británico, que causó un gran escándalo después de ser atrapado haciendo trampas para ganar 1 millón de libras en el programa '¿Quién quiere ser millonario?'.
8 de octubre de 2020
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie comienza con una declaración de intenciones cuando nos explica que la razón de ser del concurso televisivo “Quién quiere ser millonario” parte de uno de los mayores hobbies de los británicos: tener razón. Y de los no británicos también. ¿A que llevo razón? Pues eso. Que nos encantan que nos doren la píldora.

En lo que llevamos de año llevamos ya estrenadas dos series cuya trama gira en torno a cómo hacer trampas en un concurso. Qué curioso. Si bien McMillions desgranaba cómo un grupo de personas unían esfuerzos para llevarse -de manera ilegítima- el premio gordo del Monopoly de McDonald, en el caso de Quiz, el escándalo de ¿Quién quiere ser millonario? habla de lo mismo pero esta vez el estafado es el concurso televisivo.

McMillions y Quiz, el escándalo de ¿Quién quiere ser millonario? comparten época, es decir, los hechos ocurrieron a principios de los dos mil tanto en una como en la otra. Y aunque las dos series viven un poquito de la nostalgia, no hay mejor momento para emitirlas que ahora. Si cogemos dos concursos de dos empresas fuertes desde un punto de vista financiero, empresas en las que podríamos creer como parte de lo que significa creer en el sistema, y desmigamos su funcionamiento, hasta tal punto que dejamos al aire sus fallos de seguridad, nos provocará una sensación de desconfianza. Dejaremos de creer. No hay mejor compañero para la desconfianza que la desinformación. Y no hay mejor época para la desinformación que esta.

Stephen Frears, con solo tres capítulos, consigue contar mucho sin una historia con mucho sobre lo que contar. Aparentemente. En el primer capítulo -que habla más bien sobre los antecedentes del juego y cómo se creó "Quién quiere ser millonario"- con muy pocos elementos nos divierte, nos crea tensión y calienta la atmósfera de lo que luego llegará en el segundo y tercer capítulo. La jugada maestra del director, y no destripo nada, es la misma que usa un trilero con la bolita. Nos hace mirar para un lado en un capítulo jugando con nosotros en el siguiente, e igual lo que pensábamos que ha pasado en realidad, no ha pasado así. Stephen Frears cierra un círculo en la serie. Quiz, el escándalo de ¿Quién quiere ser millonario? acaba convirtiéndose en un concurso para nosotros mismos. Un concurso donde tenemos varias opciones para dar respuesta a lo que creemos que ha pasado.

Todo esto es la excusa que monta Stephen Frears para mirarnos a la cara y decirnos ¡pero qué arrogantes que sois que queréis llevar la razón siempre! Es que vemos a un tío que no parece muy listo -que encima es militar, blanco y en botella, joder- ganar un millón de libras en un concurso sobre conocimientos y, cómo no vamos a dudar de si ha hecho trampas o no. Lo tenemos clarísimo. La razón está de nuestra parte. Esto es como cuando estamos en una conversación con amigos o compañeros de trabajo, más bien compañeros de trabajo, y creemos saber qué va a opinar uno de ellos en cuanto abre la boca. Como ya sabemos qué va a decir, ¿para qué escucharle?, ¿y para qué esperar a que termine de hablar? Mejor le interrumpimos y volvemos a rebatir sus argumentos.

Si creemos saber la verdad, tanto que no podemos ni esperar a que se desarrollen los hechos, qué más nos dará, si no vamos a cambiarla. Solo acariciamos nuestra verdad como un tesoro. Y si cada uno de nosotros posee una verdad que es muy distinta a la del otro, ¿para qué acercar posturas? Mejor alejarnos. Polarizarnos.
Kbyo
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