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Voto de Chris Jiménez:
4
Acción. Thriller Un abogado de farmacéuticas chino acusado de un crimen que no cometió se asocia con un astuto detective japonés para detener un peligroso complot empresarial. Nueva versión cinematográfica de la novela de Jukô Nishimura, que ya fue adaptada al cine en 1976 por el japonés Jun'ya Satô. (FILMAFFINITY)

Estreno en Netflix: 4 de mayo.
27 de mayo de 2019
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Introductor a mitad de los '80 de un estilo de cine tan poético y profundo como brutal y simplemente entretenido con el cual logró alcanzar la cumbre del éxito y la fama a nivel mundial, John Woo nos regaló algunos títulos ya convertidos en leyendas dentro del cine de acción como "A Better Tomorrow" o "Hard Boiled", con la que se despidió para irse a probar fortuna a terreno americano, algo conseguido a medias, ya que provocó un considerable abandono de su estilo más clásico.

El director intentó paliar esta pérdida de calidad dando un giro a su carrera con la épica "Acantilado Rojo", obra de la redención filmada, para más inri, en su país natal; sin embargo, tras insistir en dicho género y obtener unos resultados de taquilla más bien pobres, decidió volver al cine que tantos réditos le dio en décadas anteriores, y lo haría por todo lo alto. Su idea era la de realizar la nueva versión de "Manhunt", basado en la novela homónima de Juko Nishimura y convertida en la primera película extranjera estrenada en China tras la Revolución Cultural, por lo que supuso un gran impacto en aquel entonces.
Woo deseaba rendir un merecido tributo al protagonista, el icónico Ken Takakura, del cual era un ferviente seguidor; por ello la acción transcurriría en Osaka, eso sí, modificando la historia original, pues serían incluidos personajes chinos y coreanos, y modernizándola acorde a los tiempos actuales (lo que supondrá un tropiezo más que un acierto). Si quería hacer una película para conectar con los viejos tiempos, la secuencia inicial es desde luego toda una declaración de intenciones, donde veremos al protagonista hablar sobre cine clásico con una de las chicas del izakaya al que entra, una asesina que en un abrir y cerrar de ojos liquida, junto con su compañera, a un puñado de yakuzas; una escena donde se aprecia el gusto por el autohomenaje pero además por la autoparodia más rocambolesca.

Tras este prólogo, que parece haber sido filmado por Rodríguez, vamos al meollo del asunto. Du Qiu, un abogado que trabaja para la compañía farmacéutica Tenjin, la cual está detrás de la creación de un revolucionario medicamento, acaba traicionado por su jefe Sakai al ser acusado de asesinar a una mujer,siendo perseguido no sólo por la policía sino también por los asesinos de Tenjin. En este interesante primer tramo Woo, además de hacer gala de un despliegue de filmación espectacular, recurre al clásico tema del falso culpable en fuga que, mediante avanza la situación, encuentra cada vez más similitudes con "El Fugitivo" (nos parecerá estar viendo una nueva versión de la de Davis).
Pero la aparición (grandilocuente y absurda) de Yamura, encargado de cazar a Qiu, emparentará la trama con la de "The Killer" en todos sus aspectos: el implacable agente que empieza a desarrollar un interés especial por el "malo" derivando en la creencia de su inocencia y una relación basada en el apoyo y la honestidad (la escena en la que el detective entra en su domicilio y se pone en su piel será plagiada aquí por entero). Entre tanto se ofrece una intriga bastante previsible basada en la coincidencia de los personajes, abyectos, traidores, que se persiguen y manipulan, y en la acción más frenética, alcanzando por momentos unos niveles de exceso que abruman.

Una acción que aumentará su inverosimilitud conforme avance el argumento culminando en el asalto a la mansión de Mayumi, secuencia que hay que ver para creer donde Woo decide pasar a una diversión nivel Michael Bay de disparate: motoristas, katanas (guiño a "A Better Tomorrow II"), explosiones, caballos y balas por doquier. El maestro quiere pasar un buen rato recordando los desenfrenos de antaño, y para ello se le ocurre conducir el devenir de los increíbles sucesos hacia una media hora final que tendrá lugar, como estaba previsto, dentro de la compañía, donde se prepara un enfrentamiento de proporciones colosales como el ya visto en "Hard Boiled".
Mientras tanto, la introducción de la tecnología y la droga (que catatónico me dejó) y la crítica al poder de las grandes corporaciones y al maltrato a la clase baja traerá recuerdos de "Cara a Cara" y "Blanco Humano". Pero en "Munhunt" no es tanto mayor el sentido del homenaje (se repetirán situaciones y elementos, incluidas las palomas) como el del ridículo, pues aunque Woo pretenda ofrecer un entretenido espectáculo como en los buenos tiempos jamás podrá recuperar aquel tono directo, crudo, abrasivo y brutal que gobernaba sus clásicos, aquí depurado y rebajado, llegando a unos grados empachosos de melodrama, unas incoherencias nada agradables y un gusto por lo políticamente correcto que resulta indigesto (del que mejor hablo en Zona Spoiler).

Dejando de lado el constante frenesí y bombardeo visual al que nos somete, el cineasta se rodea de un internacional elenco de actores de lo más variopinto, desde los insoportables Hiroyuki Ikeuchi, Ha Ji-Won y Angeles Woo (hija del director) y los correctos Zhang Hanyu y Qi Wei, pasando por los veteranos Jun Kunimura y Naoto Takenaka (los únicos de auténtico talento) hasta ese Masaharu Fukuyama que destaca por una colección de expresiones y manera de hablar sobreactuadísima, sobre todo cuando cambia su japonés natal por el inglés (pronunciado por los actores de un modo terrible...).
Woo intenta condensar todos los motivos, temas y personajes de su universo con todo lo malo y lo bueno que ello conlleva, riéndose de ellos y de sí mismo, en una megaproducción de esencia "exploitation" con presupuesto de primera categoría que quizá entusiasme a los fans de la acción más irracional y alocada, pero que posiblemente deje un regusto amargo en el paladar de esos puristas que esperan encontrar al artífice de "The Killer" o "Una Bala en la Cabeza" a plena capacidad, y no sólo en el aspecto visual.

"Las películas clásicas terminan así...". Olé tus cojones, John Woo. Realmente te mereces una ovación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
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