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Voto de Chris Jiménez:
9
Comedia En un típico vecindario norteamericano de los suburbios llegan unos vecinos nuevos a instalarse al lado de la casa de Ray Peterson. Pero estos nuevos vecinos son realmente extraños: nadie los ha visto y por la noche se pueden escuchar extraños sonidos provenientes del sótano. Lo único que conocen es su apellido: los Klopeks. Un día Walter, un anciano del vecindario, desaparece y todos comienzan a sospechar de ellos. (FILMAFFINITY)
11 de agosto de 2017
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"A la luz plena del día no te acerques todavía...cuando llega la oscuridad vigila la vecindad". Hemos convivido con esas historias sobre el barrio, historias de locos y locuras, de misterios sin resolver, historias para no dormir, todas ellas surgidas por la duda y el temor.
Un temor que no nos dignamos a reconocer por cuestiones como la sensatez o el derecho a la intimidad.

Sí, cada cual es libre de hacer lo que quiera en su casa, pero...¿quién no ha tenido alguna vez miedo de un vecino o a maquinado mil teorías sobre él, a cada cual más desagradable? No podemos conocer a todo el mundo y a veces es mejor imaginar que saber. De hecho Dana Olsen sólo necesitó utilizar la imaginación y recuerdos de la infancia para conformar un guión que aunara terror y humor en perfecto equilibrio y que pasaría de mano en mano hasta acabar en las de un Brian Grazer que de forma instantánea vio a Joe Dante, quien venía de cosechar gran éxito con otro de sus mejores trabajos, "El Chip Prodigioso", como el indicado para abordar el proyecto, el cual aceptó entusiasmado.
Y es que, desde que en 1.984 estrenara "Gremlins", pocos habían sabido combinar tan bien la comedia más ingeniosa con el horror de corte fantástico, destacando en ello un particular gusto por el cine clásico y de serie "B". Como un homenaje al cine de suspense de antaño ("La Ventana Indiscreta", sin ir más lejos), las situaciones se desarrollarán entre los múltiples recovecos de un escenario único, donde se nos introduce (literalmente) de cabeza y en mitad de la noche, en un inicio que ya empieza a perturbar nuestra mente.

Este escenario es Mayfield Place, que viene a ser la metáfora de cualquier calle en cualquier población suburbial de EE.UU., un sitio normal donde brilla el Sol, todo el mundo se conoce, los chicos juegan en la calle y los adultos entran en esa fase de sus vidas en la que ya no le importan a nadie y sólo usan el tiempo para discutir entre ellos, toda una representación del sueño americano (con bandera ondeando al fondo incluida) que se torna en monotonía y que se ha convertido, por extraño que parezca, en una seña de identidad universal.
Olsen se dedica a subvertir este orden introduciendo un elemento disparador de la duda: una casa del vecindario ocupada por una familia inquietante, los Klopek, donde no cesan los hechos inexplicables, y que investigarán tres vecinos más torpes que lúcidos (Ray, Mark y Art). Dante hace de este idílico escenario un campo de estrafalarias aventuras en el que, quizás por primera vez en todo el cine de los '80, serán los jóvenes los que observen y los adultos los que actúen (Ricky no pasará de ser un espectador), seguramente con la esperanza de poder aportar algo de emoción a sus vidas, presa del hastío.

Como en "Terciopelo Azul", aquí el horror más perturbador también se introduce por medio de la más luminosa normalidad, y el director, que no oculta sus referencias cinéfilas, rodea de intrigas y enigmas la trama, proponiendo una extraña mezcla de terror sobrenatural y un humor negro preñado de ácida ironía cuya presencia se hallará en el epicentro del horror más tangible mientras se usa de telón de fondo esa paranoia típicamente americana de creer que se tiene el enemigo en casa (lo que también le sirve de tributo al cine de ficción de los '50, cuya carga política era lo más importante). El resultado es deliciosamente demencial.
Tanto más cuanto que en esta ocasión no son los supuestos villanos quienes vienen a perturbar la tranquilidad de los vecinos, sino éstos los que meten las narices en sus asuntos, poco a poco hasta llegar a la invasión de la propiedad, desde el salón al sótano, por lo que, ávidos de conocimiento y habiendo empatizado tan bien con los protagonistas, no dudamos en vernos envueltos en una singular aventura que nos arrastrará al subsuelo profundo de un terreno desconocido y terrorífico. Entramado de conspiraciones que acaban conduciendo a un final donde se nos obsequia con un delirante espectáculo (sólo posible de encontrar en un film de la época) pero siempre con la duda y la paranoia como revulsivos para mantener vivo el suspense.

¿Están los Klopek más cerca de ser unos homólogos urbanos de la familia psicópata de "La Matanza de Texas" que de una familia simplemente poco amistosa y blanco de las perfidias y la repugnante catadura de sus anfitriones? Casi nos lo aclara Ray en un discurso no poco memorable antes de prepararse un giro realmente inesperado, cortesía de la habilidad de Olsen, que nos pillará por sorpresa. Como una versión de "Los Goonies" en su etapa madura (física, que no mental) y una visión perversa de ese modelo de vida americano conformista y tradicional tan reconocido en todo el Mundo, se presenta el trío de protagonistas.
Encarnados por unos impagables Bruce Dern, Rick Ducommun y Tom Hanks, de nuevo en un papel de lo más histriónico, son seguidos de los espeluznantes Henry Gibson y Brother Theodore, el agradable Corey Feldman y unas no menos geniales Wendy Schaal y Carrie Fisher, que como no podía ser menos llegará a tomar las riendas del asunto en cierto tramo del argumento; y no puede faltar (¡claro está!) la presencia del legendario Dick Miller. Pavorosamente divertida mezcla de géneros (desde la aventura de espíritu más "spielbergiano" al horror clásico de la Hammer) rematada con una puesta en escena de fascinante imaginería, dejando patente Dante su inventiva a la hora de filmar y crear escenarios y atmósferas (la secuencia del sueño de Ray es memorable).

También con un gran trabajo de efectos especiales y una brillante banda sonora de Jerry Goldsmith, "The 'Burbs", como estaba previsto, fue todo un éxito en su momento (no para la crítica), y a día de hoy se mantiene como una de las mejores comedias de los '80.
Vaticinadora, junto con títulos como "Heathers" o "La Guerra de los Rose", de ese humor tan agrio y poco convencional que estaba por llegar en la década posterior. Diablos, ¡a mí también me encanta esta calle!
Chris Jiménez
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