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Voto de Chris Jiménez:
7
Aventuras. Drama Cuatro veteranos pilotos del ejército del aire de los EE.UU. ven cumplidos sus deseos de convertirse en astronautas y viajar al espacio aunque sea con cuarenta años de retraso. Su misión es reparar un gran satélite de comunicaciones ruso, que se ha salido de su órbita, para evitar que caiga sobre la Tierra. El satélite en cuestión había sido diseñado por Frank Corvin, el capitán de la expedición. Tras un severo y, a veces, hilarante ... [+]
28 de febrero de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién dijo que para viajar al espacio se necesitaba un límite de edad? No importan en absoluto los años cuando uno alberga en su interior el deseo de cumplir un gran sueño.
Cuatro hombres tenían el suyo, y por desgracia se lo arrebataron. Pero si existe una mínima posibilidad de hacerlo realidad, ¿qué importa que hayan pasado más de cuarenta años? El caso es cumplirlo.

Cuando dio comienzo el nuevo siglo el actor y director Clint Eastwood, reconocido bajo unanimidad como uno de los más grandes maestros del cine, llegaba a las 70 primaveras sin mostrar signos de agotamiento, habiendo dado a la industria títulos memorables llamados a convertirse clásicos, pero aún le quedaban fuerzas a este genio para demostrar que podía seguir sorprendiéndonos, y así lo haría con un nuevo proyecto, concebido por el productor Andrew Lazar y escrito al alimón por Howard Klausner y Ken Kaufman, con el que le daba otra vuelta de tuerca a su filmografía.
En un momento en que el espacio exterior estaba siendo visitado en el cine desde finales de los '90 y principios del 2.000 por gente como Michael Bay, Paul Verhoeven, Mimi Leder o Brian DePalma, el sr. Eastwood no iba a ser menos, aunque su nueva película no iba a tratarse, ni mucho menos, de una gran "space opera" repleta de acción trepidante y efectos visuales (aunque así parezca). En realidad, en "Space Cowboys" el director vuelve a incurrir en importantes reflexiones y temas, los cuales ya había investigado en su cine: el paso del tiempo, el esfuerzo personal, la amistad y sobre todo la conquista de los sueños frente a las adversidades del destino.

Nos trasladamos a 1.958, cuando los pilotos de las Fuerzas Aéreas estadounidenses Frank, William, Jerry y "Tank" desean ser astronautas algún día y poder viajar más allá de las nubes, pero tras un accidente a bordo de un avión experimental, el oficial de supervisión Gerson rechaza al cuarteto para el viaje espacial mandando en su lugar a un chimpancé. Sin embargo estos hombres, separados tras cuatro décadas, volverán a unirse cuando la N.A.S.A. requiera la ayuda de Frank para reparar el obsoleto sistema de guiado que él mismo inventó, el cual va acoplado, misteriosamente, a un satélite ruso que amenaza con estrellarse contra La Tierra.
"Space Cowboys" se divide así en dos partes bien diferenciadas, donde lo primero que hace Eastwood es rememorar los viejos tiempos, en nostálgico blanco y negro, pues durante la Guerra de Corea tuvo que cumplir el servicio militar (de hecho también sufrió un accidente pilotando un avión parecido al que vemos en el film), además de hacerse referencia, con la cómica escena del chimpancé, a Gordo, uno de los primeros simios que viajó al espacio (siendo enviado por la N.A.S.A., efectivamente, en 1.958). Los compañeros, ya viejos, se reúnen, pero lo hacen en un mundo que los ha dejado atrás, que no los comprende, descubriendo que todos aquellos a los que conocían ya están muertos, desaparecidos.

El director, además, vuelve a hacer hincapié en cómo los errores de la Historia, de la guerra, del pasado en definitiva, pueden afectar al presente; así, sirviéndose de ese satélite averiado, trae a colación el espinoso conflicto de la Guerra Fría mientras el cuarteto hace lo imposible por adaptarse a las duras pruebas físicas y mentales a las que les someten en las instalaciones, donde serán blanco de risas y burlas. Mezclando drama y comedia, Eastwood nos presenta su cine, un cine al abrigo del tiempo y no así lejos de mantenerse al abrigo de la cuestión del tiempo; el que pasa, el que ha pasado, el que queda, el que vuelve en sueños mediante flashes, "flashbacks", retornos del blanco y negro y de épocas revueltas.
Pues el tiempo pasa, llega la vejez, pero la esperanza de volver a reencontrarse, de saber perdonar, de resistir, incluso de volver a enamorarse, nunca se pierde; aspectos que emparentan a "Space Cowboys" con obras como "Bronco Billy", "Un Mundo Perfecto", "El Aventurero de Medianoche" o "Los Puentes de Madison". En la segunda mitad del metraje, cuando se aboga por la aventura, la ciencia-ficción, la intriga y el gran despliegue de efectos visuales (gran excepción para el director, que siempre ha sido más bien austero en términos de producción), asistimos a la completa desprogramación del tiempo y su reconfiguración.

Eastwood juega con lo novelesco, imagina una historia fantástica y se atreve a poner cabeza abajo el tiempo ordinario (encontrando el film la imagen representativa de su proyecto cuando la nave espacial de los ancianos deba volar del revés para regresar); éstos, una vez lanzados al espacio, experimentarán una "falta de gravedad" según la propuesta por el director: la deliciosa sensación de un tiempo suspendido, un tiempo utópico, pues los cuatro no sólo han cumplido por fin su sueño, sino que han de convertirse en los nuevos héroes del momento. Así, no será más grande o importante la conquista exterior que la interior.
El actor y director, sin abandonar su carácter a veces desagradable, a menudo simpático, de vez en cuando caradura, se rodea de veteranos del cine de la talla de Donald Sutherland, James Garner y un Tommy Lee Jones en estado de gracia que inevitablemente le roba todo el protagonismo, acompañados de unos muy dignos James Cromwell, William Devane, Marcia Gay Harden, Barbara Babcock, Rade Serbedzija y hasta el presentador Jay Leno (quien improvisó todas sus frases para la entrevista que hace a los cuatro protagonistas).

Drama "eastwoodiano" puro y duro con retazos de humor y fantasía, el cual, aunque en comparación con otros pueda resultar bastante menor e irregular, sin duda encontrará el cariño de los más acérrimos fans del director, sobre todo de los que disfrutaron de sus sobrias y trascendentales epopeyas dramáticas anteriores.
Este hombre, para bien o para mal, siempre nos sorprende.
Chris Jiménez
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