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Voto de Chris Jiménez:
9
Thriller. Drama Una joven llamada Yuki Kashima, nació en la cárcel en una fría noche como instrumento de una venganza, ya que su padre, fue brutalmente asesinado al ser confundido con un asesino del gobierno Meiji, suerte que también compartió su pequeño hermano. Su madre logró vengarse de uno de los asesinos, pero por ese asesinato fue condenada a cadena perpetua y para continuar su venganza, se dedicó a acostarse con todos los presos y carceleros que ... [+]
19 de mayo de 2017
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nacida desde el dolor una fría noche en la que la sangre se mezcló con la nieve, cuyo destino estaba marcado desde el mismo momento de su concepción.
Una mujer que camina entre la vida y la muerte y que agotó sus lágrimas hace muchas lunas, para quien la compasión y los sueños no significan nada...una mujer sumergida en el río de la venganza.

La era Meiji se extendió desde 1.868 hasta 1.912 empezando con un golpe de Estado destinado a restaurar el poder imperial por hombres que, ejerciendo su autoridad más allá de los límites asignados por su estatus social de origen, creían en la superioridad del talento y promovían ideas revolucionarias para la época, infiltrándose las de Occidente en un Japón hasta entonces aislado, pretendiendo ser invadido por las potencias extranjeras, lo que provocaría el armamento para frenar las invasiones y la lucha contra los privilegios...
Era de mutaciones que encontraría su amargo reflejo en "Shurayuki Hime", uno de los más famosos mangas de Kazuo Koike, creado en 1.972 junto a Kazuo Kamimura; con su estilo oscuro, irreverente y violento, la obra se convirtió en un éxito de ventas y su adaptación cinematográfica no tardaría en llegar. Precisamente un año después de su serialización, el especialista en títulos "exploitation" formado en el seno de Nikkatsu Toshiya Fujita, se encargaría de llevar a la gran pantalla las andanzas de la que es la antiheroína por excelencia de la ficción oriental, logrando con ello la mejor de sus obras.

El guión, firmado para la ocasión por Norio Osada (colaborador casual de Fukasaku), condensaba bastante la acción dramática del trabajo de Koike dividiéndose en cuatro capítulos para así conservar el tono novelesco propio de esta historia cuyo inicio ya es toda una declaración de intenciones: en una fría y oscura prisión de Tokyo, un bebé es traído al Mundo por una mujer que tiempo atrás contempló el asesinato de su familia a manos de cuatro malnacidos que la torturaron sin piedad. Su irascible sentimiento de venganza y rencor será transmitido entonces a su hija Yuki, quien deberá consagrar su vida a perseguir a los culpables...
Un bebé engendrado desde la violencia y la tragedia, tragedia humana y de la Historia, con la que se subraya el aspecto pesimista y se insiste en los desastres sociales causados por la "renovación cultural" de la reparadora era Meiji, sin embargo plagada de injusticia, corrupción y maldad. Con una trama que se mueve adelante y atrás en el tiempo, el primer capítulo nos introduce a la protagonista y su misión, donde se desmitifica el concepto del antihéroe que al final de su hazaña halla en su interior la paz espiritual; para Yuki esto es inconcebible, pues sus actos son fruto del deseo de muerte y la sensación de tristeza heredados desde su nacimiento, causa de su paulatina pérdida de Humanidad y compasión.

Tras conocer su oscuro pasado y entrenamiento para adquirir sus habilidades de asesina, la película se centra en las tres venganzas que ésta debe llevar a cabo: Takemura, Kitahama y Tsukamoto, las cuales ocuparán los siguientes tres actos. Mientras se recupera la figura de la heroína fuerte, contestataria y de gran carga sexual introducida por Kurosawa en "La Fortaleza Escondida" (cuyo nombre toma la protagonista de esta historia), Fujita, que por fin demuestra verdaderas dotes de director, hereda de aquél su uso de los elementos naturales (el mar, el viento, el humo, la nieve) para crear una atmósfera fascinante y envolvente.
Estilizado escenario donde se dará un gran contraste entre belleza y brutalidad al estar siempre presente la sangre derramada de los seres humanos (entre las olas, sobre las flores, sobre la nieve), gran muestra de la técnica del director, quien, filmando la acción de un modo frenético y desasosegante, cual Fukasaku, se empeña en mostrar la violencia de un modo abrasivo, sin concesiones al dramatismo, aunque a menudo cayendo en el exceso y la caricaturización (lo que recalca aún más la esencia "exploitation" del film). En contrapunto a esto, el 2.º capítulo vendrá marcado por un melodrama que por momentos remite a las tragedias "mizoguchianas" (la joven que ejerce de prostituta para ayudar a su padre, hundido en la miseria).

Tragedia extendida a un círculo de muerte y violencia que nunca ve el momento de cerrarse (será la hija de Takemura la que actúe para vengar a su padre). Cúmulo de intrigas y maldades cuya tensión va en aumento al aproximarse Yuki a sus últimos objetivos donde se propondrán varios giros que vuelven a situarla frente a su inevitable destino (enfrentarse a Tsukamoto, al que creía muerto), todo ello mientras se propone un ingenioso ejercicio de metaficción al ser la protagonista inmortalizada por Ryurei, quien escribe sobre su gesta; la sangrienta cruzada prosigue su curso y la antiheroína, como estaba previsto, pasa a la Historia.
La cantante y actriz Meiko Kaji, célebre en la época por su rol de mujer rebelde e inconformista que lograra gracias a las sagas de "Stray Cat Rock" y "Joshu Sasori", presta su preciosa voz (para el mítico tema principal), su imponente presencia y su gélido y delicado rostro encarnando a la perfección a la asesina imaginada por Koike y Kamimura (y de algún modo repitiendo con ella a su Akemi Tachibana de "Blind Woman's Curse"); a su sombra, un puñado de decentes actores y poco más donde cabe mencionarse a Miyoko Akaza, Noboru Nakaya, Eiji Okada y Ko Nishimura.

Sin abandonar su condición de obra "exploitation" de bajo presupuesto, "Lady Snowblood" se perfila como un cuento descarnado, perverso y amoral donde se rechaza cualquier atisbo de grandiosa epopeya para recalcar lo más elemental de su discurso: la venganza como medio de creación, como motivo de existencia, como fin.
Su moderado éxito llevaría a la realización de una irregular secuela al año siguiente, alcanzando con el tiempo el estatus de auténtica joya de culto...algo defendido por Tarantino, quien tomaría el 80% de su argumento y acción para "Kill Bill".
Chris Jiménez
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