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Voto de Borja S:
2
5,4
3.517
Thriller. Intriga
Pippa y Thomas, una pareja que se acaba de mudar al apartamento de sus sueños, descubre que las ventanas permiten ver el interior del piso de enfrente y no pueden resistirse a observar a sus vecinos e incluso intentar interferir en sus vidas de forma anónima. Pronto descubrirán que todo tiene consecuencias.
29 de noviembre de 2021
22 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gancho para ver la película, aunque no es original, es atractivo: una pareja que llega a un piso nuevo y se pone a observar la vida sexual de sus vecinos, haciendo tambalear su propia relación. Y aquí acaba la parte positiva de mi reseña.
Parece que toda la película tiene como fin enseñar los pechos de la protagonista, que los guardan con celo premeditadamente hasta cerca de la conclusión. Otro sentido no me tiene un guión que parece hecho por un chico de 12 años y con la misma credibilidad que puede tener una película de zombis superhéroes contra vampiros alienígenas.
El argumento empieza recordando a otras películas, con la pareja de curiosos observando con lujuria y disfrutando de la vida amorosa de sus vecinos con unos prismáticos, pero llega un momento en el que todo el pescado está vendido y hay que hacer algo. ¿Qué sucede entonces? Pues los voyeurs descubren que con un rayo láser apuntando a un espejo situado dentro de esa casa (que, por supuesto, consiguen meterlo dentro y de forma precisa para que devuelva el rayo a su casa) pueden escuchar, con la vibración de los cristales, las conversaciones de los vecinos (esto se aplica a cualquier estancia de forma milagrosa y, lógicamente, consiguen obtener el sonido sin casi esfuerzo). ¿Qué gana la película con esto? Pues prácticamente nada, al igual que con otras surrealistas situaciones completamente evitables y que sólo restan credibilidad a la película.
Partiendo de lo del láser, que sucede en la primera media hora, todo el guión parece hecho sobre la marcha y es muy difícil creerlo. Las situaciones absurdas y excepcionales se repiten sin profundizarlas en absoluto; se dan bandazos constantes en el guión, se suceden momentos previsibles, .... Y cuando ya no esperas que pueda ir a peor, "si no quieres una taza ¡dos!", te dan un final donde todos los males se juntan de una forma tan inverosímil y absurda que la mente desconecta.
Por lo demás, en otras películas con pobre guión, hay veces que unos buenos actores las hacen mejorar, pero en este caso los actores tampoco destacan en ningún momento.
Quizás, por nombrar algo "positivo", diría que no llega a aburrir, pero tampoco lo veo del todo positivo porque lo hace a costa de saturar al espectador de forma similar a cómo lo hace un capítulo de Bob Esponja.
En definitiva, si no fuese porque el señor director decidió poner los atributos de la protagonista en pantalla (no sé si por vender más o por morbo personal, ya que no aportan tampoco nada) y por alguna otra situación, al menos podría valer para la sobremesa de alguna televisión, pero es que ni eso, por lo que quedará condenada al olvido en un catálogo de algún servicio online.
Parece que toda la película tiene como fin enseñar los pechos de la protagonista, que los guardan con celo premeditadamente hasta cerca de la conclusión. Otro sentido no me tiene un guión que parece hecho por un chico de 12 años y con la misma credibilidad que puede tener una película de zombis superhéroes contra vampiros alienígenas.
El argumento empieza recordando a otras películas, con la pareja de curiosos observando con lujuria y disfrutando de la vida amorosa de sus vecinos con unos prismáticos, pero llega un momento en el que todo el pescado está vendido y hay que hacer algo. ¿Qué sucede entonces? Pues los voyeurs descubren que con un rayo láser apuntando a un espejo situado dentro de esa casa (que, por supuesto, consiguen meterlo dentro y de forma precisa para que devuelva el rayo a su casa) pueden escuchar, con la vibración de los cristales, las conversaciones de los vecinos (esto se aplica a cualquier estancia de forma milagrosa y, lógicamente, consiguen obtener el sonido sin casi esfuerzo). ¿Qué gana la película con esto? Pues prácticamente nada, al igual que con otras surrealistas situaciones completamente evitables y que sólo restan credibilidad a la película.
Partiendo de lo del láser, que sucede en la primera media hora, todo el guión parece hecho sobre la marcha y es muy difícil creerlo. Las situaciones absurdas y excepcionales se repiten sin profundizarlas en absoluto; se dan bandazos constantes en el guión, se suceden momentos previsibles, .... Y cuando ya no esperas que pueda ir a peor, "si no quieres una taza ¡dos!", te dan un final donde todos los males se juntan de una forma tan inverosímil y absurda que la mente desconecta.
Por lo demás, en otras películas con pobre guión, hay veces que unos buenos actores las hacen mejorar, pero en este caso los actores tampoco destacan en ningún momento.
Quizás, por nombrar algo "positivo", diría que no llega a aburrir, pero tampoco lo veo del todo positivo porque lo hace a costa de saturar al espectador de forma similar a cómo lo hace un capítulo de Bob Esponja.
En definitiva, si no fuese porque el señor director decidió poner los atributos de la protagonista en pantalla (no sé si por vender más o por morbo personal, ya que no aportan tampoco nada) y por alguna otra situación, al menos podría valer para la sobremesa de alguna televisión, pero es que ni eso, por lo que quedará condenada al olvido en un catálogo de algún servicio online.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Vamos a realizar un repaso de algunos momentos surrealistas:
Lo normal es que si tu pareja ve un maltrato de un vecino a su pareja (vecino que tiene un ventanal completamente a la vista y justo en frente de tu piso), es mejor no hacer nada, no vaya a ser que se descubra que los estáis espiando. Espera, ¿maltrato? no... El chico somete, rebaja y pega a su pareja, lo que viene a ser una simple "relación tóxica" en palabras de la protagonista.
Si tu pareja envía un mensaje a su vecina maltratada avisándola de que su marido está siendo infiel, y luego ésta se suicida, por supuesto que la culpa de la muerte es de tu pareja por mandarle el mensaje y la dejas tras hacerla sentir más culpable.
Tu vecino, ese hombre violento que además sabes que se acuesta con muchas muchachas siguiendo siempre el mismo patrón, acaba de perder a su mujer y tú te sientes culpable de esa muerte. Lo más natural del mundo es dejar que él se acerque a ti, entablar una turbia conversación y sumirte en una amnesia para hacerte la sorprendida cuando se vaya a acostar contigo, y, por supuesto, acceder a todo lo que pida.
Parte del plan para hacerte rico a costa de unos mirones es acostarse con la vecina. Sabes que ella cree que tu mujer se acaba de suicidar. Además, eres rarito y tus conversaciones harían salir a una chica escopeteada. ¡Da igual! El director y guionista consideran que basta con que tengas buen cuerpo para camelarte a cualquier mujer con total seguridad y, como no, también a tu vecina (si, con la facilidad de cualquier protagonista de video porno). Además coincidirá que el ex de tu vecina subirá al piso que compartían justo en el momento que estés dándole al tema, y accederá a él sin previo aviso para que os vea por la ventana y salga redondo el plan.
Tu ex tiene sexo con un vecino, pues te suicidas.... Ah no... que te han envenenado tus vecinos para que tu pareja se sienta más culpable y lo han hecho parecer un suicidio. Claro, no existen las autopsias ni se investiga, así que es fácil colarlo como suicidio.
Te han ridiculizado y expuesto en los medios; y los mismos que lo han hecho descubres que han matado a tu ex, que hace poco que ha muerto y creías ser la culpable (ojo al dato, tu amiga dice que como era tu ex, no tienes culpa de nada, ¿pero si fuese tu pareja?... Ah, ahí supongo que te culparía de que se suicidase el chico). En vez de darte un yuyu por tanto drama, en un arrebato se te ocurre un plan para envenenar a los culpables, llevarlos a tu clínica en la que trabajas de oculista sin que te alcancen antes, hacer que un veneno que les has dado haga efecto exactamente en el momento que llegan y quemarles los ojos. Por supuesto te haces la inocente, como en toda la película, pero ahora de repente puedes quemar los ojos y envenenar con total frialdad.
Todo suena demasiado casual y demasiado irreal en la película, lo cual, siendo una película que tenía como máximo potencial meterte en la piel de los protagonistas, hace que todo se derrumbe sin remedio. Decepcionante.
Lo normal es que si tu pareja ve un maltrato de un vecino a su pareja (vecino que tiene un ventanal completamente a la vista y justo en frente de tu piso), es mejor no hacer nada, no vaya a ser que se descubra que los estáis espiando. Espera, ¿maltrato? no... El chico somete, rebaja y pega a su pareja, lo que viene a ser una simple "relación tóxica" en palabras de la protagonista.
Si tu pareja envía un mensaje a su vecina maltratada avisándola de que su marido está siendo infiel, y luego ésta se suicida, por supuesto que la culpa de la muerte es de tu pareja por mandarle el mensaje y la dejas tras hacerla sentir más culpable.
Tu vecino, ese hombre violento que además sabes que se acuesta con muchas muchachas siguiendo siempre el mismo patrón, acaba de perder a su mujer y tú te sientes culpable de esa muerte. Lo más natural del mundo es dejar que él se acerque a ti, entablar una turbia conversación y sumirte en una amnesia para hacerte la sorprendida cuando se vaya a acostar contigo, y, por supuesto, acceder a todo lo que pida.
Parte del plan para hacerte rico a costa de unos mirones es acostarse con la vecina. Sabes que ella cree que tu mujer se acaba de suicidar. Además, eres rarito y tus conversaciones harían salir a una chica escopeteada. ¡Da igual! El director y guionista consideran que basta con que tengas buen cuerpo para camelarte a cualquier mujer con total seguridad y, como no, también a tu vecina (si, con la facilidad de cualquier protagonista de video porno). Además coincidirá que el ex de tu vecina subirá al piso que compartían justo en el momento que estés dándole al tema, y accederá a él sin previo aviso para que os vea por la ventana y salga redondo el plan.
Tu ex tiene sexo con un vecino, pues te suicidas.... Ah no... que te han envenenado tus vecinos para que tu pareja se sienta más culpable y lo han hecho parecer un suicidio. Claro, no existen las autopsias ni se investiga, así que es fácil colarlo como suicidio.
Te han ridiculizado y expuesto en los medios; y los mismos que lo han hecho descubres que han matado a tu ex, que hace poco que ha muerto y creías ser la culpable (ojo al dato, tu amiga dice que como era tu ex, no tienes culpa de nada, ¿pero si fuese tu pareja?... Ah, ahí supongo que te culparía de que se suicidase el chico). En vez de darte un yuyu por tanto drama, en un arrebato se te ocurre un plan para envenenar a los culpables, llevarlos a tu clínica en la que trabajas de oculista sin que te alcancen antes, hacer que un veneno que les has dado haga efecto exactamente en el momento que llegan y quemarles los ojos. Por supuesto te haces la inocente, como en toda la película, pero ahora de repente puedes quemar los ojos y envenenar con total frialdad.
Todo suena demasiado casual y demasiado irreal en la película, lo cual, siendo una película que tenía como máximo potencial meterte en la piel de los protagonistas, hace que todo se derrumbe sin remedio. Decepcionante.