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Ciencia ficción. Fantástico. Acción
Los X-Men luchan por la supervivencia de la especie en una guerra que se desarrolla en épocas diferentes. Los personajes de la trilogía cinematográfica original de “X-Men” unen sus fuerzas a las que ellos mismos poseían en el pasado, cuando eran más jóvenes (tal y como aparecen en “X-Men: Primera generación”), para cambiar un importante acontecimiento histórico y librar una épica batalla que podría salvar nuestro futuro. (FILMAFFINITY)
7 de junio de 2014
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Continente:
De todos los filmes de la Fox, el más ambicioso de la franquicia; sólo hay que observar el casting plagado de estrellas de ayer y hoy -con la tontería, dos féminas con el Oscar a la mejor actriz principal, que se dice pronto-, y el marketing viral que puso al mundo mordiéndose las uñas a la espera de su estreno. Todo ello bajo el crédito obtenido tras la redención que supuso X-Men: Primera Generación.
Se mantenía a los personajes clave de esa entrega, más se recuperaban a sus “alter egos” del futuro -despellejados en X Men: La decisión final y la saga de Lobezno en solitario-. Y por si fuera poco, Bryan Singer, el que otrora diera caché a los mutantes con las dos primeras entregas, estaba de nuevo al mando. Todo prometía, y en lo que respecta a dirección e interpretaciones, ha cumplido de sobra. Michael Fassbender se la saca de nuevo con Magneto, Jennifer Lawrence no decepciona al tener más peso en su papel de Mística, y como siempre, Hugh Jackman hace de Lobezno uno de los personajes más carismáticos del cine de superhérores. Y el resto, cumpliendo con la papeleta -quizás James McAvoy no esté tan excelso en su papel de Charles Xavier como en “Primera generación, pero igualmente notable-. Por su parte, Brian Singer deja estampas memorables en el cine de superhéroes – la escena en la que Peter, o Quicksilver para los frikis, pasa a la acción en el Pentágono, es brutal- para que todo el que se haya gastado sus euros en el 3D, se lo agradezca.
Contenido:
Hay un dicho que dice: “quien mucho abarca, poco aprieta”; y eso es lo que ha pasado. La película no es que comience con una elipsis, es que directamente manda al carajo a prácticamente todo lo sucedido durante la saga, hasta a límites de incluso dudar si lo visto en el epílogo de “Lobezno Inmortal”, de hace escasamente un año, concuerda también o no. Se podría justificar por lo lamentables que fueron X Men 3 y los episodios de Lobezno, pero siendo la película de Mathew Vaughn la resurrección de franquicia, no. También tendría un pase para todo aquel que no le cueste demasiado enterarse de continuas elipsis o viajes de futuro a pasado, o a los que directamente le importen poco la coherencia y simplemente se deje llevar, pero si se supone que esta historia pretende mantener los aciertos de Primera Generación -guion sólido con toques de espionaje, intriga y nada de irse a la excusa fácil de liarse a mamporros y explosiones sin ton ni son-, ya empieza a perder enteros. Y el colmo de males es que media película, la que lleva hasta su desenlace, sucede gracias a una soberana cagada que hasta el más joven de la sala se daría cuenta de ello, como señalaré en el spoiler.
Se pretendía conseguir la película perfecta de X Men, la que daría un duro golpe a Marvel Studios y a esa excusa que algunos apuntan de quién mejor que ellos para hacer las adaptaciones cinematográficas de sus sagas emblemáticas, y lo que me he encontrado es con una obra totalmente fallida; fallida en lo que se erigió X Men: Primera Generación por encima de todas sus competidoras: en el guion. El “brilli brilli” de los efectos especiales y el casting de lujo se consiguen a golpe de talonario, lo que diferencia del buen cine del mero pasatiempo, un poco más. Una auténtica decepción.
http://fila7.mandapelotas.es/2014/06/07/x-men-dias-del-futuro-pasado-continente-y-contenido/
De todos los filmes de la Fox, el más ambicioso de la franquicia; sólo hay que observar el casting plagado de estrellas de ayer y hoy -con la tontería, dos féminas con el Oscar a la mejor actriz principal, que se dice pronto-, y el marketing viral que puso al mundo mordiéndose las uñas a la espera de su estreno. Todo ello bajo el crédito obtenido tras la redención que supuso X-Men: Primera Generación.
Se mantenía a los personajes clave de esa entrega, más se recuperaban a sus “alter egos” del futuro -despellejados en X Men: La decisión final y la saga de Lobezno en solitario-. Y por si fuera poco, Bryan Singer, el que otrora diera caché a los mutantes con las dos primeras entregas, estaba de nuevo al mando. Todo prometía, y en lo que respecta a dirección e interpretaciones, ha cumplido de sobra. Michael Fassbender se la saca de nuevo con Magneto, Jennifer Lawrence no decepciona al tener más peso en su papel de Mística, y como siempre, Hugh Jackman hace de Lobezno uno de los personajes más carismáticos del cine de superhérores. Y el resto, cumpliendo con la papeleta -quizás James McAvoy no esté tan excelso en su papel de Charles Xavier como en “Primera generación, pero igualmente notable-. Por su parte, Brian Singer deja estampas memorables en el cine de superhéroes – la escena en la que Peter, o Quicksilver para los frikis, pasa a la acción en el Pentágono, es brutal- para que todo el que se haya gastado sus euros en el 3D, se lo agradezca.
Contenido:
Hay un dicho que dice: “quien mucho abarca, poco aprieta”; y eso es lo que ha pasado. La película no es que comience con una elipsis, es que directamente manda al carajo a prácticamente todo lo sucedido durante la saga, hasta a límites de incluso dudar si lo visto en el epílogo de “Lobezno Inmortal”, de hace escasamente un año, concuerda también o no. Se podría justificar por lo lamentables que fueron X Men 3 y los episodios de Lobezno, pero siendo la película de Mathew Vaughn la resurrección de franquicia, no. También tendría un pase para todo aquel que no le cueste demasiado enterarse de continuas elipsis o viajes de futuro a pasado, o a los que directamente le importen poco la coherencia y simplemente se deje llevar, pero si se supone que esta historia pretende mantener los aciertos de Primera Generación -guion sólido con toques de espionaje, intriga y nada de irse a la excusa fácil de liarse a mamporros y explosiones sin ton ni son-, ya empieza a perder enteros. Y el colmo de males es que media película, la que lleva hasta su desenlace, sucede gracias a una soberana cagada que hasta el más joven de la sala se daría cuenta de ello, como señalaré en el spoiler.
Se pretendía conseguir la película perfecta de X Men, la que daría un duro golpe a Marvel Studios y a esa excusa que algunos apuntan de quién mejor que ellos para hacer las adaptaciones cinematográficas de sus sagas emblemáticas, y lo que me he encontrado es con una obra totalmente fallida; fallida en lo que se erigió X Men: Primera Generación por encima de todas sus competidoras: en el guion. El “brilli brilli” de los efectos especiales y el casting de lujo se consiguen a golpe de talonario, lo que diferencia del buen cine del mero pasatiempo, un poco más. Una auténtica decepción.
http://fila7.mandapelotas.es/2014/06/07/x-men-dias-del-futuro-pasado-continente-y-contenido/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
-¿Dónde está Emma Frost, haciendo películas con el director de Garganta Profunda o qué?
-Si la memoria no me falla, Lobezno ya no tenía adamantium en Lobezno Inmortal, y en el futuro ya lo tiene. Se ve que le gustó eso de recibir experimentos chungos, sep.
-En el epílogo de Lobezno Inmortal, Charles Xavier y Magneto aparecen en el aeropuerto para pedirle que se una a ellos porque el destino de los mutantes está en peligro. Cuando empieza Días del futuro pasado, están más jodidos que Rambo para encontrar trabajo después de regresar de Vietnam. Vale que supongamos que todo lo que intentaron fuese en vano o cualquier otra historia, pero vaya elipsis señores, se podían haber currado un poquito más el prólogo. Encima, debemos de entender, por el final "super happy", que ir al pasado y solucionarlo es para que automáticamente el futuro nunca hubiera existido, pero porque no queda otra, porque nadie se dignó a mencionarlo sin siquiera como una remota posibilidad. Si no sería tan al azar como Lobezno despertándose en la Francia del siglo XIX dentro del cuerpo de Jean Valjean.
-A ver, el Charles Xavier del pasado, después de una charleta de mierda de 2 minutos con su “yo” del futuro, recupera la confianza en sí mismo y consigue los poderes. Acto seguido se dispone a comunicarse con Mística para hacerle entrar en razón, con infructuoso desenlace. Pero claro, tanto el cachondo, como ninguno de los otros dos, Bestia y el “Miyagi” Lobezno, se les ocurre intentar parar a Magneto, con o sin charleta de por medio -en cero coma recupera poderes como parar la voluntad de otros que ni los jedis, así que lo que podía intentar de sobra- hasta que el bueno de Erik vaya hacia el Pentágono, coja el casco y la líe muy parda. ¿El por qué? Pues muy sencillo, porque si no, no habría una puta película.
No es cuestión de dejarlo todo mascadito o que no hayan elipsis, es de no tratar a los espectadores como idiotas. Y este guion tiene más agujeros que un queso gruyere, coño.
-Si la memoria no me falla, Lobezno ya no tenía adamantium en Lobezno Inmortal, y en el futuro ya lo tiene. Se ve que le gustó eso de recibir experimentos chungos, sep.
-En el epílogo de Lobezno Inmortal, Charles Xavier y Magneto aparecen en el aeropuerto para pedirle que se una a ellos porque el destino de los mutantes está en peligro. Cuando empieza Días del futuro pasado, están más jodidos que Rambo para encontrar trabajo después de regresar de Vietnam. Vale que supongamos que todo lo que intentaron fuese en vano o cualquier otra historia, pero vaya elipsis señores, se podían haber currado un poquito más el prólogo. Encima, debemos de entender, por el final "super happy", que ir al pasado y solucionarlo es para que automáticamente el futuro nunca hubiera existido, pero porque no queda otra, porque nadie se dignó a mencionarlo sin siquiera como una remota posibilidad. Si no sería tan al azar como Lobezno despertándose en la Francia del siglo XIX dentro del cuerpo de Jean Valjean.
-A ver, el Charles Xavier del pasado, después de una charleta de mierda de 2 minutos con su “yo” del futuro, recupera la confianza en sí mismo y consigue los poderes. Acto seguido se dispone a comunicarse con Mística para hacerle entrar en razón, con infructuoso desenlace. Pero claro, tanto el cachondo, como ninguno de los otros dos, Bestia y el “Miyagi” Lobezno, se les ocurre intentar parar a Magneto, con o sin charleta de por medio -en cero coma recupera poderes como parar la voluntad de otros que ni los jedis, así que lo que podía intentar de sobra- hasta que el bueno de Erik vaya hacia el Pentágono, coja el casco y la líe muy parda. ¿El por qué? Pues muy sencillo, porque si no, no habría una puta película.
No es cuestión de dejarlo todo mascadito o que no hayan elipsis, es de no tratar a los espectadores como idiotas. Y este guion tiene más agujeros que un queso gruyere, coño.