El motor de esta coproducción argentino-española es sin duda la carismática actuación de MIGUEL ANGEL SOLA, el solo lleva todo el peso de esta película, acompañado por una serie de secundarios que aportan poco o nada a la trama, salvo que tenían que estar ahí para que todo ocurriera tal cual.
Es una cinta más sobre el drama del holocausto judío, en este caso un octogenario y cascarrabias personaje, que realiza un largo viaje para volver a sus tristes orígenes, y cumplir una ultima misión, en su periplo se verá auxiliado en distintos tramos y países por mujeres, donde nos quedamos claramente con lo que sucede en España con el personaje de ANGELA MOLINA, no así ocurre con la siguiente en aparecer, que resulta a todas luces incomprensible que ayude al anciano, viendo lo mal que la trata y los desaires que tiene con ella.
Salvando estas pequeñas cosas y sabiendo también el final que todos nos esperamos nos encontramos ante un film correcto el facturado por PABLO SOLARZ, aunque más que por su calidad cinematográfica sin duda será recordado por la actuación conmovedora del sastre encarnado por MIGUEL ANGEL SOLA.