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Voto de José Luis:
9
Comedia Shirley Valentine (Pauline Collins) es una mujer madura, extravagante pero simpática, que un día decide abandonar su aburrida y vacía vida e irse de vacaciones a las islas griegas. Costas, el divertido propietario de un restaurante (Tom Conti), empezará cortejarla. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2008
30 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ví esta película en la tele, y no sabía nada de ella. Me dejó sorprendido. Menos mal que pude grabarla y volver a verla para su análisis. Es algo más que una simple comedia. Desde luego, ni antimachista ni feminista (el feminismo está expresamente criticado). El tema ha sido tratado hasta la saciedad y, por otra parte, es bastante sencillo: la construcción del "nosotros" no puede llevarse a cabo sin el afianzamiento del "yo" (Künkel, como ya sabemos). Shirley Valentine, una mujer con unas dotes maravillosas para sacar partido a la vida, no ha podido desarrollar su "yo", por culpa de la falta de autoestima. Su vida se va vaciando poco a poco. Pero llegará un momento en que la rebeldía que siempre ha tenido (el apellido no es casual) aflore y le dé la suficiente entereza como para "no desertar de la vida". La actriz, Paulina Collins, proporciona todo un recital de registros expresivos: maravillosa, vital, atrevida, exultante. Quien busque una buena comedia, pasará un rato divertidísimo. Pero aconsejo no quedarse ahí. Bergman ha tratado el tema una y otra vez, con su habitual carga metafísica y existencial ("Persona", "Gritos y susurros", "Como en un espejo"...). La afamada "Los puentes de Madison", de Eastwood nos introdujo en el problema, pero (en mi opinión) se queda en un "quiero y no puedo", tal vez por el influjo tan conservador de la sociedad americana. Shirley Valentine es más "valiente" (valga la expresión) y nos llevará a un final abierto en que, recuperada la identidad, todo es posible, porque ese "nosotros" es construible ya en una circunstancias concretas (como pedía Ortega). Es verdad que para salvar el tono de comedia y hacer verosímil la historia de Shirley, lo personajes que la rodean y que sirven de contrapunto han de ser estereotipos acartonados (el marido, los hijos, la vecina, la profesora, la compañera de clase, la amiga, Costas). En el fondo, todos quieren ser como ella, pero ella ha creído que debía renunciar a su "yo" para adaptarse. Este error la hará desertar de la vida. Cuando se dé cuenta, todo habrá cambiado. La técnica narrativa es sencilla, pero muy buena: uso del flash back para presentarnos a los personajes y desde ahí, sin abandonar el tono de humor, contarnos la aventura de Shirley, con una frescura y desparpajo que hacen las delicias del espectador. Decididamente, la pongo entre mis películas favoritas.
José Luis
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