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Voto de Weird Girl:
7
5,2
2.096
Serie de TV. Intriga. Terror
Miniserie de televisión que adapta la novela de Stephen King, ya llevada a la gran pantalla por Stanley Kubrick en 1980. La pesadilla comienza cuando Jack Torrance acepta el puesto de vigilante durante el invierno con su mujer y su hijo en el aislado y deshabitado hotel Overlook, que arrastra tras de sí una macabra historia de violencia. Un lugar donde Jack podrá comenzar su carrera de escritor y olvidar su tormentoso pasado. Pero ... [+]
21 de junio de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como llegan a escribirse críticas que a la fuerza contienen detalles de un filme o una serie, mi revisión sobre la versión televisiva de “El Resplandor” está en “Spoiler”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Puede que esta miniserie (a la que yo describiría como una película dividida en tres partes) esté apartada de la memoria o del conocimiento de la gente que siente curiosidad o fascinación por el terror y el suspense (mencionando, al mismo tiempo, el interés por el señor King), pero eso se debe a que conocemos más la versión de Stanley Kubrick, quien se limitó a interpretar libremente la novela de “El Resplandor” y llevarla a la gran pantalla como le apeteció, sacando así un clásico de culto de trama simple con un ritmo lento y un personaje que aparentemente estaba desquiciado desde el principio. Sin embargo, esta versión, dirigida por Mick Garris, contiene elementos importantes que el director de cintas como “Espartaco”-un verdadero peliculón-y “La Naranja Mecánica” pasó por alto a la hora de leer la novela (si es que le echó una ojeada a sus páginas).
Es una fiel adaptación de la que no hay que desprenderse. Tiene más historia, en la que se destaca la alegoría de dos vicios plasmados por Stephen-quien colaboró en la producción y en guión y a quien tendremos el gusto de ver como director de una orquesta de ultratumba-, usando la idea de un hotel embrujado: la heroína (representada por la nieve que asola el Overlook) y el alcohol. “Tony” es más que un dedo siendo movido por Danny (quien cree que está siendo guiado por un amigo imaginario); es la versión adulta del chico-cuyo nombre completo es, como se revela al final, Daniel Anthony Torrance-y le da la clave para detener el horror.
Cierto que hay momentos en los que el ritmo puede volverse pesado a la espera de que algo acontezca-aunque es algo que se puede esperar con un autor famoso que mete cosas insignificantes en su obra para llenar hojas-, que tiene más suspense que terror y que la tercera parte es la que más importa, pero no son pegas considerables.
Steven Weber no está a la altura de un actor como Nicholson, pero cumple bien su papel. Aquí sabemos más de su personaje: el trabajo que tenía antes de los acontecimientos en el hotel que cuida, sus ansias, sus debilidades...Y Rebecca De Mornay no es Shelley Duvall, quien estuvo como una sosa llorona en su interpretación de Wendy Torrance. La mayor pega que yo pondría en lo que se refiere al reparto es el niño protagonista, el cual tiene una cara inexpresiva.
¿Y qué digo sobre el final? Que es apropiado para una historia como ésta. Gracias al poder de su hijo, Jack Torrance queda libre del hechizo de los fantasmas del Overlook en sus últimos momentos (algo que no pasa en la novela) y permite la explosión de la caldera, sacrificando su vida, redimiéndose de sus errores pasados, y destruyendo el edificio para acabar con la pesadilla. Incluso tras su muerte, su amor por Danny le permite volver diez años después de forma espiritual para ser testigo de su graduación, dándonos una escena emotiva. Pero... ¿ha terminado definitivamente el reinado del terror del siniestro hotel? Parece ser que no, puesto que se anuncia su reconstrucción y se escucha el grito de uno de los espíritus que aguardarán a nuevas víctimas a menos que alguien con habilidades como las de Danny pueda impedirlo.
Curiosidad: Para aquellos que no lo saben, el siniestro edificio que vemos en esta versión es el Stanley Hotel (situado en Estes Park, Colorado), el cual sirvió de inspiración para el hotel que Stephen retrata en su libro.
Con todos estos argumentos, sólo me queda decir lo siguiente: ¡Viva King!
Es una fiel adaptación de la que no hay que desprenderse. Tiene más historia, en la que se destaca la alegoría de dos vicios plasmados por Stephen-quien colaboró en la producción y en guión y a quien tendremos el gusto de ver como director de una orquesta de ultratumba-, usando la idea de un hotel embrujado: la heroína (representada por la nieve que asola el Overlook) y el alcohol. “Tony” es más que un dedo siendo movido por Danny (quien cree que está siendo guiado por un amigo imaginario); es la versión adulta del chico-cuyo nombre completo es, como se revela al final, Daniel Anthony Torrance-y le da la clave para detener el horror.
Cierto que hay momentos en los que el ritmo puede volverse pesado a la espera de que algo acontezca-aunque es algo que se puede esperar con un autor famoso que mete cosas insignificantes en su obra para llenar hojas-, que tiene más suspense que terror y que la tercera parte es la que más importa, pero no son pegas considerables.
Steven Weber no está a la altura de un actor como Nicholson, pero cumple bien su papel. Aquí sabemos más de su personaje: el trabajo que tenía antes de los acontecimientos en el hotel que cuida, sus ansias, sus debilidades...Y Rebecca De Mornay no es Shelley Duvall, quien estuvo como una sosa llorona en su interpretación de Wendy Torrance. La mayor pega que yo pondría en lo que se refiere al reparto es el niño protagonista, el cual tiene una cara inexpresiva.
¿Y qué digo sobre el final? Que es apropiado para una historia como ésta. Gracias al poder de su hijo, Jack Torrance queda libre del hechizo de los fantasmas del Overlook en sus últimos momentos (algo que no pasa en la novela) y permite la explosión de la caldera, sacrificando su vida, redimiéndose de sus errores pasados, y destruyendo el edificio para acabar con la pesadilla. Incluso tras su muerte, su amor por Danny le permite volver diez años después de forma espiritual para ser testigo de su graduación, dándonos una escena emotiva. Pero... ¿ha terminado definitivamente el reinado del terror del siniestro hotel? Parece ser que no, puesto que se anuncia su reconstrucción y se escucha el grito de uno de los espíritus que aguardarán a nuevas víctimas a menos que alguien con habilidades como las de Danny pueda impedirlo.
Curiosidad: Para aquellos que no lo saben, el siniestro edificio que vemos en esta versión es el Stanley Hotel (situado en Estes Park, Colorado), el cual sirvió de inspiración para el hotel que Stephen retrata en su libro.
Con todos estos argumentos, sólo me queda decir lo siguiente: ¡Viva King!