Parecía complicado que la segunda entrega de la saga de Zatoichi mantuviera el nivel de la primera, pero así ha sido. Vuelve Zatoichi, vuelve a los orígenes, al poblado en el que dió muerte a un gran samurai, vuelve para honrarlo. Zatoichi se encuentra con su pasado más reciente, con la mujer que dejó marchar y con algunos viejos amigos y maleantes con los que tuvo que tratar un año antes.

Pero el regreso de Zaoichi no es sólo terrenal, también tendrá que enfrentarse con su pasado. Tendrá que recordar a la mujer que amó y al hombre que se la robó. En esta entrega de Zatoichi conocemos un poco más al personaje, nos topamos con su doloroso pasado y conocemos al hombre que le robó a la mujer que amaba.

En "The Tale of Zatoichi Continues" se ensalza todavía más la figura del samurai ciego como espadachín imbatible, no serán pocos los yakuzas contra los que tenga que luchar Ichi, pero sus habilidades van más allá del ataque de un clan entero. Cada combate será una muestra de destreza de Ichi, todo uno amalgama de diferentes movimientos bien coreografiados.

Otra cosa es el combate final. Una pelea en la que el pasado de Zatoichi se nos es revelado y en el que conoceremos más a este mágico masajista. El duelo es memorable, auténtico y sufrido. Cada movimiento está lleno de dolor e impotencia, es un duelo que no se puede evitar y en que los contrincantes tendrán presente que les une.