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Voto de Sersolo:
7
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Ciencia ficción. Fantástico. Terror
Unos microorganismos de un lejano planeta han llegado a la Tierra. Matthew trabaja como funcionario en el departamento de sanidad de la ciudad de San Francisco. Elizabeth, una colaboradora suya por la que siente algo más que admiración profesional, le cuenta que su marido ha experimentado una transformación tal que le resulta irreconocible. Matthew se lo toma a broma, pero ese mismo día observa que también otras personas sienten el ... [+]
25 de octubre de 2007
96 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
...pero prefiero la de Kaufman. Puede que sea porque vi antes "La invasión de los ultracuerpos" que la original de Don Siegel. Puede que sea por la sensación de desasosiego que te causa la de Kaufman, su gran pesimismo y su final arrollador. Puede que Kaufman no sea tan complaciente con el espectador como Siegel, y las variaciones que hace en el guión hace que mejore un producto que de por sí ya era bastante bueno.
"La invasión de los ultracuerpos es más tensa y terrorífica. En esta versión, cuando una persona ya copiada descubría a uno sin copiar, el invasor pegaba un chillido acojonante que te erizaba los pelos, no quedaba otra que salir corriendo. Me dio más miedo la de Kaufman, lo siento por los amantes de lo purista, pero esta es mejor versión, sobretodo por su final.
"La invasión de los ultracuerpos es más tensa y terrorífica. En esta versión, cuando una persona ya copiada descubría a uno sin copiar, el invasor pegaba un chillido acojonante que te erizaba los pelos, no quedaba otra que salir corriendo. Me dio más miedo la de Kaufman, lo siento por los amantes de lo purista, pero esta es mejor versión, sobretodo por su final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En el final del film de Siegel, puede que después de tanto apuro todo tenga arreglo, al fin y al cabo los invasores están sólo en un pequeño pueblo y de ahí no salen. Pero en el de Kaufman los invasores han tomado San Francisco, una ciudad enorme, y el protagonista (Donald Sutherland), aquel que ha corrido una maraton para no ser invadido, al final pega un chillido acojonante, es decir, ya no es él, es otro pobre desgraciado sin alma.
Un final brillante.
Un final brillante.