El peregrino es un mediometraje sencillo, bonito y efectivo. Charles Chaplin es único, nadie como él para sacarte un sonrisa. Este film no es de lo más destacado de el bueno de Charlot, pero siempre consigue que te enamores del personaje con un sólo gesto.

El peregrino sólo tiene parte cómica. No hay lágrimas de llanto, sólo de risa. Films antecesores a éste del mismo Chaplin son notablemente superiores (El Chico). Luego llegarían sus obras de arte, pero como antesala, el Peregrino se disfruta. De una persona que ha hecho la película más tierna de la historia (Luces de la ciudad) no se puede decir nada negativo. Chaplin es el número 1.