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Voto de Sersolo:
8
Acción. Drama Kanichiro Yoshimura es un samurái padre de familia que no puede alimentar a su esposa e hijos. Con tristeza, decide marcharse a la gran ciudad, dejando atrás a sus seres queridos, para poder así sacarlos adelante. Allí se une a la célebre facción samurái de los Shinsengumi, con quienes comenzará una difícil pero enriquecedora vida en uno de los momentos más tumultuosos de la historia de Japón... (FILMAFFINITY)
12 de abril de 2009
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La espada del samurai" refleja brillantemente la decadencia de los samuráis, el fin de una época. Yoji Yamada ya lo mostró en su excelente trilogía, especialmente en "El ocaso del samurai", pero Takita no sólo se centra en mostrarnos los últimos días de los samuráis, también nos habla de la reconciliación, el sacrificio, el amor, la vida, y por supuesto la muerte. Y a todo esto tenemos que sumarle los valores humanos que se les supone a los samuráis. "La espada del samurai" es un film que habla sobre los hombres.

El anciano Hajime Saito (Koichi Sato) lleva a su nieto al médico En la consulta, sobre una mesa, está la foto de un samurai. Saito se queda sorprendido al ver la foto y el médico le pregunta si lo conocía. Saito responde que no. Pero la voz en off del propio Saito introduce la historia en modo de flashback: "¿Cómo puedo olvidarle? Kanichiro Yoshimura. Es el hombre que más odié...".

Kanichiro Yoshimura (Kiichi Nakai) es un samurai de bajo rango que ha de huir de su pueblo y abandonar su clan con tal de mantener a su familia. Al principio se muestra a Yoshimura como un samurai al que sólo le importa el dinero, pero poco a poco y mediante las historias que se van introduciendo mediante flasbacks, tanto Saito como el médico, se va componiendo el rompecabezas de la vida y personalidad de Yoshimura, el samurai de la foto.

Técnicamente la película es sobresaliente. La fotografía es majestuosa, como Marioka, el pueblo de Yoshimura, "¡Es hermosa cómo un cuadro!". La música es extraordinaria y los decorados y vestuarios precisos y adecuados. Además todos los actores del film hacen un trabajo soberbio, hasta los secundarios están de lujo.

"La espada del samurai" es una preciosa historia que, quizás en algún momento, peca de sentimentalista, pero que también emociona en otros muchos momentos sin trampas ni sentimentalismos. Escuchar a Hajime Saito cantar la canción de Morioka, me ha dejado descompuesto. Puede que sea un sentimental, pero esta película me ha emocionado.
Sersolo
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