Basta, por favor. No queremos ver más películas de la Guerra Civil Española ni de la posguerra. Todo se reduce al maniqueísmo o a la demagogia. Las personas son seres individuales, se afilian a una ideología por las circunstancias que los rodean, porque el individuo tiende a buscar su propio interés. Siempre. No se puede ser objetivo sobre este tema. Vivimos en una democracia y con un bienestar, a pesar de la crisis, muy distinto de la España de principios y mediados de siglo XX. Si Hitler hubiese ganado la guerra quizás hoy veríamos películas muy distintas, o no veríamos películas, sabe Dios. En cualquier caso, estoy esperando a que salga algo nuevo, me da igual que sea español o angoleño. Es muy lírica y muy bien contada pero me aburre y sé lo que ocurrirá desde el minuto 10, tampoco se puede extraer nada de esta película cuando terminas de verla, el caso contrario a Balada Triste de Trompeta, innovadora pero mal contada, primando lo visual sobre el guión. Mañana las olvidaré. En fín... el pan negro de cada día.