Esta es una película que parece un documental sobre el vicepresidente norteamericano Dick Cheney, si en vez narrarlo una voz en off hubiera sido Michael Moore, no hubiera variado tanto el resultado, ya que como los trabajos de Moore, la historia es contada parcialmente desde el punto de vista del narrador.
La forma de contarlo lleva el sello de Adam Mckay: Critica a la política americana: intercalado de fotos fijas que reflejan imágenes cotidianas de la sociedad estadounidense; montaje trepidante de escenas; explicaciones del narrador sobre lo que cuenta porque supone que si no el público no entiende lo que está contando.
El argumento además de interesante es tan esclarecedor como escalofriante, como lo fue “La gran Apuesta” con la que además de los protagonistas coincide tanto en la estética como en el tipo de montaje. Además, tiene dos de mis intérpretes favoritos Amy Adams y Steve Carell, con un protagonista de diez: Christian Bale que borda el papel no solo por la apariencia física.
Es de ese tipo de películas más crónica que cinematográfica, pero muy interesante y si es fiel a la realidad da más miedo que las películas del género. Por un lado pone a George W. Bush como medio tonto, manejado por el que la pelicula presenta como un mediocre pero que tuvo mas poder que el que legalmente le correspondía, sin que se termine de entender en el marco de una democracia. Muy recomendable.