Esta película en clave de comedia pero con mensaje que, sin duda, le viene grande, se ha quedado muy anticuada. Estéticamente, ese 1994 queda tan lejos como el siglo XIX. Moralmente, la película en su tiempo debió ser transgresora, con ese triángulo mujer - hombre -. mujer, conviviendo con hijos de por medio. Victoria Abril es lo mejor del reparto, con mucha diferencia. El mensaje, confuso y con un final abierto un tanto increíble (qué pinta Miguel Bosé en las escenas finales ¿?) no cala y aunque como comedia funciona a ratos, no lo hace como película que avale el amor homosexual, ya que está llena de clichés y de situaciones absurdas que no se toman en serio por parte del que la está viendo. Es un film totalmente prescindible, aunque verlo no ofenda.