La historia de un corto debe ser epatante, que haya un momento, mejor hacia el final, en el que la historia te deje helado, acongojado, emocionado, que te haga pasar un mal rato... lo que sea, pero algo parecido a un mazazo emocional. Aquí no sucede esto, el corto y su historia son simpáticos, igual que su protagonista, pero nada más. Además, para ser un corto, se hace un pelín largo y eso, amigo, eso ya es un problema, ya que va en contra de la razón de ser de todo cortometraje. Me sorprende la aparición de algunos actores de primera línea, como Areces, me sorprende también que entre tanto corto de calidad éste haya sido nominado para un Goya. Sorpresas te da la vida.