Un thriller que se proyectaba con gran expectativa, mostrando a Halle Berry aún en buena forma, ella es una operadora en el 911, y recibe una llamada muy inquietante: una joven le dice que hay un asesino en su casa y que está a punto de matarla, su reacción no es la mejor y comete varios errores, que marcaría negativamente su vida, poco tiempo después, una nueva llamada reaviva sus pesadillas y trata de reivindicarse, pero la sensación de impotencia aumenta con cada minuto que pasa, una hora intensa que obliga a cualquier espectador a no perder detalle de la película, no obstante, en los últimos minutos los guionistas tratan de armar un rompecabezas al que aparentemente le faltaban varias piezas y la conclusión es algo parecido a un aterrizaje forzado.