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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama La historia se centra en un joven, que es un fracasado y un cobarde; una joven, acostumbrada a la dura vida en la orilla del río; y un niño, cuyos padres murieron en el río. Con el fin de "huir del barro," el joven convence a la chica para ir a la ciudad, llevando al niño con ellos. Allí se reunirán con el bruto, que les ofrece refugio sólo porque le gusta la chica. (FILMAFFINITY)
5 de julio de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una película con una novedosa aspiración. Se pretende con ella fotografíar un pensamiento. El pensamiento que guía a quienes vagan por el mundo con los pies desnudos. "Aquellos seres de vidas tan austeras, que parecieran comenzar en ninguna parte y terminar en la nada".

El filme está dedicado a los desheredados de la tierra, y así comenzaba la obra cinematográfica de un director que haría historia porque ya había palpado el sufrimiento. Su nombre: Josef Sternberg, y había nacido en el hogar de una pobre familia en Viena. A los siete años, fue llevado a los Estados Unidos y fue educado en Jamaica, Queens, Viena y Nueva York. Cuando entra al mundo del cine, sin alcanzar todavía la mayoría de edad, fue editor, guionista, supervisor y asistente de director…hasta que consigue asentarse en Hollywood a comienzos de los años 20.

Ya venía ansiando dirigir sus propias películas, cuando un actor de teatro, George K. Arthur, con el único compromiso de ser él el protagonista, se muestra dispuesto a subsidiar el rodaje de un guión que Sternberg había escrito, en el cual se contaba la sencilla historia de un joven, una chica y un niño huérfano que, tras ver pasar los días en medio del fango de un puerto sin oportunidades, emprenden juntos el camino a la ciudad con la esperanza, aún débil, de alcanzar una nueva vida.

Así nace, “CAZADORES DE LA SALVACIÓN”, y así surge Josef von Sternberg (el von se lo añadiría un productor para darle alcurnia a su nombre), un filme y un director que aplaudirían Douglas Fairbanks (a quien se agradece la conservación de la película, la cual sería restaurada años después) y Charles Chaplin quien, apenas consigue apreciarla, no sólo ficha a la debutante Georgia Hale para que aparezca con él en su nueva realización “La quimera del oro”, sino que piensa en Sternberg para que dirija su anhelado proyecto de glorificar a Edna Purviance en “La mujer del mar”, un filme que se exhibiría luego una sola vez y, no obstante ser aplaudido y considerado como magistral por quienes lo vieron, el actor inglés –se dice que por celos profesionales- decide archivarlo y no vuelve a exhibirlo jamás. ¡Una gran deuda que el cine aún tiene con nosotros!

¿Y se logró filmar el pensamiento? Júzguelo usted mismo cuando vea en aquella inhospitalaria ciudad, a los tres “cazadores de su salvación” tratando de aflorar los impulsos que llevan en el alma.

Sternberg logra captar la “vida” de lo inerte, el alma de la naturaleza, y el sentir más oculto de los desarraigados. Se muestra excéptico ante algunas cosas, pero conserva la fe en lo esencial para la existencia. Y así, un guión modesto y un filme de escaso presupuesto con base experimental, permiten presagiar que quien estaba detrás de aquel ejercicio, era alguien con una sensibilidad inmensa y sólo esperaba nuevas ocasiones para seguir demostrándolo.
Luis Guillermo Cardona
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