Mèlancolie (¿habrá alguna razón para que lleve este nombre?), es una muchacha casada con un navegante al que solo ve de tanto en tanto. Cierto día, al salir de compras, ella se siente observada por un recién llegado al que viera caminar en medio de la lluvia… y cuando vuelve a su hogar, el hombre la asalta y la viola… ¡y ella lo mata cuando descubre que sigue escondido en su propia casa!

Como muchas otras mujeres, Mellie (así la llaman sus seres queridos), tiene razones para no desear que lo sucedido se haga público… pero va a tener muy cerca a un americano, Harry Dobs, dispuesto a saber toda la verdad de lo sucedido. La chica sabrá que está ante un hombre astuto y casi un psicólogo para interpretar toda suerte de comportamientos; y, por su parte, Dobs va a enterarse de que se está enfrentando a una muchacha de alta agudeza mental y de una recursividad inagotable.

Este estupendo duelo de caracteres, es lo que dará vitalidad y fuerza a esta trama detectivesca en la que sucederán muchas cosas de gran interés, sobre todo para los que entiendan que la acción de la inteligencia es hondamente valiosa y significativa, por más que algunos piensen que, en estos casos, “no ocurre nada”.

Un guion original de, Sebastien Japrisot (“Compartiment Tueurs”, “Adieu l’Amie”…), fue el punto de arranque para esta estupenda trama con la que el director francés, René Clément, vuelve a edificar una obra cinematográfica de marcada relevancia, pues, brilla la dinámica constante en esa acción interior que –en gran parte- se propone la trama, y los diálogos se mantienen en alto flujo como ejercicio de observación y de decantada interpretación.

El duelo actoral entre, Charles Bronson y Màrlene Jobert, sin duda lo supera la actriz argelina-francesa, cuyo personaje, con apariencia de niña mimada, esconde un temple y una rapidez de pensamiento que llegará a sorprendernos. Por su parte, y sin grandes resaltos, Bronson cumple en su rol de hombre duro con repentinos aires de caballero, pero tiene a su lado a una partenaire que es pura ebullición y va a darle mucho que hacer. He aquí la razón de porqué el hombre no debe nunca menospreciar a la mujer… ¡en cualquier momento puede llevarse una buena sorpresa!

Una fotografía puntual; una atractiva banda sonora de Francis Lai, con un buen tema central que, vocalmente, canta Séverine… y una cuidada edición que mantiene muy fluida la narrativa, son complementos que hacen de, <<EL PASAJERO DE LA LLUVIA>>, una valiosa película.

El Globo de Oro a Mejor Película Extranjera, creo que fue suficientemente merecido.