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Voto de Luis Guillermo Cardona:
3
Drama. Romance Durante un fallido atraco a un banco, en el que participa la terrorista Carmen, Antonio, un guardia de seguridad, intenta seducirla. Para evitar ser arrestada, ella aparenta corresponder a su pretendiente, y ambos se refugian en un apartamento. Sin embargo, Carmen sigue vinculada al terrorismo, y el próximo objetivo de la banda es un secuestro. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2012
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas obras literarias han sido llevadas tantas veces al cine como, “Carmen” de Prosper Mérimée, inmortalizada luego con la maravillosa ópera de Georges Bizet. La primera versión se hizo, en 1909, con Victoria Lepanto en el rol de la rebelde gitana, y después, Marguerite Namara, Marion Leonard, Imperio Argentina, Geraldine Farrar, Edna Purviance, Theda Bara, Pola Negri, Raquel Meller, Dolores del Río, Viviane Romance, Niní Marshall, Rita Hayworth, Sara Montiel, Uta Levka, Mayra Alejandra, Julia Migenes-Johnson, Laura del Sol y otras tantas, han representado el rol de esta mujer que dejó para la posteridad su lucha por la independencia femenina. Con, Carmen, se enaltece a la mujer de carácter; toma forma la hembra dueña de sí misma; y el hombre da cuenta del sendero de tragedia que suele trazar, toda vez que se obstina en sentirse propietario de una fémina que, contra todo, ha elegido la libertad.

Ahora, el turno de adaptar este breve, pero significativo cuento -publicado en 1847- es para el realizador francés, Jean-Luc Godard… y tengo que decir que, el resultado es poco interesante. No es de extrañar que, Isabel Adjani, quien había asumido el rol de Carmen, inicialmente, hubiese abandonado tras escasos días de rodaje.

En primer lugar, y en un acto de absoluta locura (o rebeldía si se quiere), “l’enfant terrible” de Francia ha decidido tirar por la borda todos los progresos alcanzados por el arte cinematográfico, y con la añoranza a flor de piel de su querido, Roberto Rossellini, pero, con muy escasa lucidez narrativa, se ha aplicado mal al cuento de que, “basta un hombre, una mujer y una cama, para hacer una película”.

Una sola cosa parece cierta, <<NOMBRE: CARMEN>>, la hizo –y repito viejas palabras suyas- “con la mentalidad de un chico de 12 años, tratando de llegar a las imágenes como se me ocurrían”. Esto explica que todavía ose jugar al sonido directo dejando que entren en escena toda suerte de ruidos externos; que la iluminación sea natural o limitada a una o dos lámparas de mesa como suele ocurrir en las habitaciones comunes; y que muchas escenas luzcan totalmente improvisadas... y sin significado alguno.

Algunos directores creen que la imagen cinematográfica es, sobre todo, espacio; otros, como Godard, creen que la imagen es tiempo; pero, la verdad es que la imagen es espacio-tiempo y, sin una cuidada confluencia de ambas cosas, cualquier imagen se decanta a medias… o se hunde en la vacuidad.

La, Carmen, de Godard, hecha con música de Beethoven –estaba en su derecho-, pero, tocada en insertos de un ensayo entre tres muchachos sin trascender este hecho, es prolija en detalles superfluos; es fría como la nieve; desapasionada totalmente, aún con sus numerosos desnudos; está llena de repeticiones; los cambios a la historia de Mérimée nada añaden y mucho quitan... y la dinámica general hay que buscarla con lupa, y aun así, es imposible encontrarla.

Si, Maruschka Detmers, no consigue hacerse valer por algo más que su bello cuerpo, su carrera fílmica nunca ascenderá como se merece.

Título para Latinoamérica: << CARMEN, PASIÓN Y MUERTE>>
Luis Guillermo Cardona
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