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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Western Después de años de sangrienta lucha contra los colonos y el ejército, el jefe apache Gerónimo se ve obligado a abandonar su tierra. Pero Massai (Lancaster), el guerrero más orgulloso de la tribu, se niega a aceptar la derrota y se enfrenta con astucia a la caballería. Y a medida que su cruzada se acerca al final, se dará cuenta de que debe perseverar, no sólo para salvar su vida, sino también para preservar el orgullo de su raza. (FILMAFFINITY) [+]
18 de abril de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo único veraz que puede encontrarse cuando se indaga por el apache Massai, es que nació en el Estado de Arizona, en los Estados Unidos de Norteamérica. Vivió la mayor parte de su vida en el siglo XIX; estuvo casado con la también apache, Zanagoliche, con quien tuvo varios hijos… y cuando era ya un valeroso guerrero, fue reclutado por el gran líder, Gerónimo, para combatir a los militares y colonos que se apropiaban de sus tierras y exterminaban a su pueblo.

Cuando llegó el día (del año 1886) en que Gerónimo se rindió y se entregó a los militares, Massai -quien también había sido detenido por los Exploradores Apaches Chiricaua, a quienes se miraba como traidores a la causa de sus tribus-, fue subido, junto a su líder, al mismo tren que los llevaría a Fort Marion, en Florida, pero, durante el trayecto, Massai consigue escapar… y lo que sigue de aquí en adelante con su vida, es lo que, en versión libre, cuenta el escritor estadounidense, Paul I. Wellman, en su novela, “Broncho Apache” (Bronco Apache, 1936), cuyos derechos de adaptación fueron adquiridos por la productora Hecht-Lancaster, siéndole entregada al calificado guionista, James R. Webb, para su adaptación cinematográfica.

El propio, Burt Lancaster, asumió el rol de Massai, ya que, en su rostro, advirtió cierto parecido con el legendario indígena; escogió luego a, Jean Peters, para que representara a Zanagoliche (ahora llamada, Nalinle); y la dirección la encargó a, Robert Aldrich, un director que contaba, entonces, con apenas dos créditos (“Big Leaguer” y “World for Ransom”), ninguno de los cuales había sido un éxito. Quizás, porque descubrió en él cierta habilidad narrativa, también por su experiencia como asistente de dirección junto a Abraham Polonsky, Robert Rossen y otros, y, además, porque les salía barato, la productora Hecht-Lancaster se atrevió con Aldrich, y no les falló el olfato, pues, <<APACHE>>, sería el despegue definitivo de un director sobre el que, desde entonces, correría bastante tinta.

Pesa de manera relevante en el filme, la historia de amor que, con ejemplar tenacidad, va forjando gradualmente la bella Nalinle, pues, con tolerancia y fidelidad, quizás despierte ese cambio en el hombre que, sólo una mujer enamorada, puede lograr. Aldrich, terminó encantado con el profesionalismo de la actriz, Jean Peters, pues, aunque ciertas escenas hubiesen podido completarse tomando ciertos planos aislados que se añadirían en la edición, ella, con gran autocrítica, pedía repetir la escena completa, las veces que fuera necesario, hasta que ambos quedaban completamente a gusto.

Por otra parte, se trataba de mostrar -como ya lo habían hecho, Anthony Mann en, “Devil’s Doorway” (1950), y Delmer Daves, en “Broken Arrow” (1950)-, la difícil existencia de los aborígenes estadounidenses, expoliados, discriminados, arrinconados, perseguidos y exterminados durante siglos; aunque a Massai, se le hace lucir aquí como ejemplo del hombre indómito y rebelde que, ante la primera oportunidad que se le brinda, comprende el valor de asentarse y vivir como un ser comunitario.

(Aquí debo citar el desenlace del filme) La única inconformidad que, tanto a Aldrich como a algunos críticos -a los que me sumo- nos deja la película, es ese final feliz -forzado por la productora-, donde se deja bien parado al ejército que, aunque luce justo y consigue conmovernos, traiciona el espíritu de Aldrich y del guionista, quienes, con el asesinato de Massai -como ocurriría en la vida real- querían dejar plasmada la manera cruel como terminaba la vida de los grandes guerreros que luchaban por la libertad y por los derechos de sus pueblos.

“En este país –comentaría Aldrich decepcionado-, cuando los productores te 'sugieren' dos finales, puedes tener la certeza de que van a usar el que ellos quieren”.

Con todo, habiendo costado 1.240.000 dólares, <<APACHE>> logró un recaudo de ¡12 millones de dólares de 1954!
Luis Guillermo Cardona
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