“Más sabe el diablo por viejo que por diablo”, solían decirnos los mayores, queriendo que entendiéramos que el conocimiento no se improvisa y que la sabiduría de los ancianos es consecuencia de lo mucho que han vivido. ¡Y cuánta razón tienen en tantas ocasiones!... aunque en otras puedan estar equivocados. ¿Qué padre no tiene para con sus hijos las mejores intenciones? Hay deplorables excepciones por supuesto, pero la gran mayoría sólo desea para ellos lo mejor, aunque a veces no acierten o aunque, lo que propongan, no lo hagan con el mayor de los tinos.

El maestro Wang Chi-Yang también desea para su primogénito, Wang Ta, una vida feliz. Por esa razón, y siguiendo la tradición cultural de arreglar entre padres los matrimonios de sus hijos, se ha puesto de acuerdo con el doctor Lei para se case con su hija Mei, pues el primer pretendiente de ésta, el vividor Sammy Fong, le ha escurrido el bulto para seguir a sus anchas con la muy atractiva bailarina Linda Low.

Todo parece marchar siguiendo el deseo de los padres, pero el destino hará que Linda se sienta atraída por el joven Ta… y en aquel colorido y fiestero Chinatown, las cosas desde entonces van a complicarse.

Versión fílmica del famoso musical “The flower drum song” (La canción del tambor florido) que compusieran los archifamosos Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II según la novela homónima de Chin Y. Lee, “PROMETIDAS SIN NOVIO”, es una agradable comedia sobre el derecho a elegir, dejando bien plasmados los sinsabores que se producen cuando va a establecerse una relación por conveniencia. Pues sólo hay una razón para casarse: el Amor, ya que es el único sentimiento que hace que veamos perfecta a nuestra pareja… aunque después muchos comprendan que estaban obnubilados.

Una bellísima puesta en escena, excelentes vestuarios, magníficas orquestaciones de Alfred Newman y un puñado de excelentes coreografías del célebre Hermes Pan (alter ego de Fred Astaire), permiten al director, Henry Koster, contar su sencilla historia con bastante encanto. Las canciones, aunque no gozan de grandes interpretaciones, tienen letras muy dicientes, y una sensualísima Nancy Kwan -en otro rol que remite al que la hizo famosa en “El mundo de Suzie Wong”-, colma la pantalla de gracia y coquetería.

Título para Latinoamérica: “FLOR DE LOTO”