Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Fantástico Ebenezer Scrooge, el hombre más avaro de la ciudad, tiene prácticamente esclavizado a su empleado el señor Cratchit. Una noche se le aparece el espíritu de un antiguo socio, al que seguirán los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras. Adaptación del popular cuento "A Christmas Carol", del escritor inglés Charles Dickens (1812-1870). (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ser es servir, prodigarse, fluir como lo hace el río, iluminar como lo hace el sol, producir para los demás como lo hace la tierra y la naturaleza en pleno. Si el hombre no aprende esto, se volverá avaro, miserable e infeliz, pues, el universo es recíproco y el que nada da, nada puede recibir.

De este estilo es, Ebenezer Scrooge. Nunca entendió la generosidad que otros tuvieron con él logrando iluminar su vida; nunca cayó en cuenta de que, su egocentrismo, su apatía y su falta de bondad, lo alejaban de la fraternidad, la sociabilidad y el amor… y menos llegó a pensar en lo que puede ocurrir cuando el hombre no hace lo que debe hacer para favorecer a los demás.

Pero, el universo, siempre paciente, generoso y tolerante, nunca se olvida de nadie… y tampoco se ha olvidado de Scrooge, pese a que son ya muchas las lecciones que le ha brindado para que retome el camino de la evolución y la Unicidad; por esta razón, va a enviarle a algunos mensajeros dispuestos a prevenirlo para que no termine como, Jacob Marley, su antiguo socio, quien será el primero en hacerle la necesaria advertencia.

Esta inmortal e inmaculada historia que nos legara el escritor Charles Dickens, “Canción de Navidad” (A Christmas Carol, 1843), debería ser vista (o leída) una, y muchas veces, por la humanidad entera, pues, de una manera perfectamente didáctica y accesible a todas las edades, nos ofrece una lección de esas que jamás podemos olvidar. Es una escuela de vida lo que, sencillamente está envuelto en filigrana, y conseguir asimilarla hasta llevarla a la práctica, cambiará muchas cosas en cada ser humano que consiga dar este gran paso, pues, la infelicidad que hay en el mundo es consecuencia de la ambición, la avaricia, el egoísmo y el miedo, y vencer a estos insaciables enemigos, es atraer por fin la dicha y la paz que todo el mundo anhela... ¡No hay otra manera!

Con un acertado guion de Hugo Butler, que preserva cuidadosamente la esencia moral del libro, sin omitir sus personales variaciones, el director Edwin L. Marin, consigue una muy grata realización, siendo, ésta, una de las muchas y felices versiones cinematográficas que ha tenido un cuento que la humanidad nunca olvidará… y es indudable que, muchos, la han tenido en cuenta al momento de hacer su propia versión.

No obstante su sencillez –fue rodado en blanco y negro-, el filme es ágil, divertido, lleno de calidez en sus personajes, y de un ambiente de sombra y soledad, va resurgiendo la luz y la esperanza de tal manera que consigue llegarnos al alma. Los efectos especiales todavía resultan convincentes… y las actuaciones son encantadoras, logrando a cabalidad ese atractivo ambiente de época que ahora miramos con cierta añoranza.

Se falla un poco en el maquillaje de Reginald Owen (Scrooge), pero, de resto, Gene Lockhart (Bob), Kathleen Lockhart (su esposa también en la vida real), Barry Mackay (el sobrino Fred) y Lynne Carver (Bess), entre otros, resultan encantadores, y la historia deja una sensación de despertar que agradeceremos el resto de nuestras vidas.

Título para Latinoamérica: CUENTO DE NAVIDAD
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow