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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama La huelga que protagonizaron unos mineros de Nuevo México supuso una dura y amarga batalla, pero contaron en todo momento con el apoyo de sus mujeres. Controvertido melodrama semidocumental en el que intervienen personajes reales, pero que tuvo que afrontar innumerables problemas durante y después del rodaje: el director, el productor, el guionista, el compositor y el actor Will Geer figuraban entonces en la "lista negra" del Comité de ... [+]
2 de febrero de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los obreros tienen una razón poderosa para sindicalizarse: “Unidos somos una fuerza significativa y respetable”. Y como dice la vieja canción: “Un colihue es muy delgado / y muy fácil de quebrar / pero si juntamos varios / es difícil de lograr”. Los patronos también tienen una buena razón para permitir que sus trabajadores se sindicalicen: “Es más fácil negociar con cinco trabajadores que con cincuenta”.

Más, sin embargo, muchos han estigmatizado al sindicalismo. Es cierto que ha habido razones de parte y parte que han llevado a fortalecer el estigma. La represión patronal ha forzado respuestas agresivas de algunas asociaciones. Ha habido sindicatos manejados improcedentemente… pero, en general, el sindicalismo ha fortalecido a las empresas al conquistar ambientes laborales más justos, lo que redunda luego en una mayor productividad y estabilidad del personal calificado.

Por eso, cuando uno ve un filme objetivo, semi-documental y tan humanamente hecho como <<LA SAL DE LA TIERRA>>, queda sorprendido cuando se entera de que, el productor Paul Jarrico, el director Herbert J. Biberman, el guionista Michael Wilson… ¡y hasta el actor, Will Geer!, hicieron parte de la lista negra del gobierno por el simple y legítimo hecho de defender - ¡en justicia plena!, ¡constitucionalmente! -, el derecho a mejorar las condiciones de vida de una especie de trabajadores como los mineros que toda la vida, aún en pleno siglo XXI, han sido tratados de manera muy parecida a la de los esclavos.

Financiado por sindicatos internacionales, <<LA SAL DE LA TIERRA>> es un bello y elocuente filme, que exalta la labor de la mujer en tiempos en que se pretendía que su lugar fuera la cocina y el fregadero... y algo más. Aquí, la mujer chicana cambia la historia, rompe con las tradiciones, y demuestra a sus hombres –y a los demás machistas del mundo- que ellas pueden luchar hombro con hombro, inteligencia con inteligencia, y con una perseverancia invencible en la conquista de reivindicaciones sociales.

Michael Wilson, logra un brillante guion, mesurado y sin alardes triunfalistas, que solo deja asentada la equidad entre hombres y mujeres, y el derecho a que las empresas se ocupen por igual de todos sus trabajadores. Y Herbert J. Biberman -logrando que aparezcan en el filme los verdaderos activistas de aquella lucha histórica-, consigue uno de los más relevantes filmes sociológicos que se hayan hecho en la historia del cine.

Necesario exaltar la labor en la actuación de Rosaura Revueltas, quien, como la vital Esperanza Quintero, enseñará a su marido lo que es una Mujer de Verdad; y también la de, Henrietta Williams, la Teresa que abrirá el camino para la reivindicación femenina.

Una vez más lo demuestra la historia: “No son los que tienen la fuerza sino quienes tienen la resistencia, los llamados a vencer”.
Luis Guillermo Cardona
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