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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Intriga. Thriller. Drama. Cine negro Un pintor holandés (Hardy Kruger) es acusado del asesinato de su novia inglesa. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ilusionado y trayendo en su mano una violeta que seguramente usará para expresar el afecto que siente, el pintor y galerista holandés Jean Van Rooyen, ingresa en el apartamento en el que, la francesa Jacqueline Cousteau le ha citado. Al no verla en casa, el joven piensa que quizás dejó la puerta abierta para que pudiese entrar mientras ella hace alguna rápida diligencia… Pero quien entra luego es la policía, y seguidamente, el Inspector David I. Morgan, con lo que, Van Rooyen, va a resultar implicado en un asesinato… ¡El de Jacqueline Cousteau!

Entonces, vamos a conocer la particular historia de amor que se produce entre una muy bella mujer, cuya personalidad se confunde entre la prostituta camuflada y la mujer sofisticada de clase alta, y un escéptico y desconfiado pintor, cuyo temperamento arisco también se entremezcla con el de un hombre bueno dedicado al arte. Entre este par de contradictorias personalidades, hubo una gran atracción y el inspector deberá dilucidar si fue Van Rooyen o alguien más, quien acabó con la vida de la linda Jacqueline.

El director Joseph Losey vuelve a rodar en Inglaterra a donde fue seguido por el escritor Ben Barzman, quien, en compañía de Millard Lampell, adapta la novela “Blind date” que, el británico Leigh Howard (seudónimo usado por Leon Alexander Lee Howard) publicara en 1957. Sirviéndose en versión libre de la novela, Losey contrasta las clases sociales para mostrar cómo, en muchos casos, las apariencias engañan y de repente la gente resulta ser muy contraria a lo que parece. Pero su alegato lo hace con altura, sin emitir juicios y dando a cada quien las mejores razones para explicar sus actuaciones. Al final, para bien del cine y del arte, se produce el necesario entendimiento y uno queda suficientemente complacido con una resolución que se da solamente en beneficio de la justicia.

Stanley Baker, resulta bastante efectivo como el hombre de ley que deberá aclarar un caso más complejo de lo que pareciera, y esta actuación dejaría tan satisfecho al director, que volvería a tenerlo en tres películas más. Hardy Kruger es el joven insumiso al que hay que conocer para poder entenderlo; y Micheline Presle es la exquisita mujer de la que resulta muy fácil enamorarse.

Con “LA CLAVE DEL ENIGMA”, se iba consolidando la carrera de un director que pronto alcanzaría su punto más alto con títulos tan celebrados como “El sirviente”, “Boom”, “The go-between” y “Galileo”, entre otros.

¡Y vaya si tiene razón aquel personaje que dice: “La violencia no es patrimonio de los pobres”!

Título para Latinoamérica: “DESEO Y DESTRUCCIÓN”
Luis Guillermo Cardona
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