Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Ciencia ficción. Acción. Comedia En un mundo futuro, ciertas personas que adoran la violencia practican "La Gran Caza": diez jugadores se matan entre sí alternando los papeles de cazador y presa. Quien sobrevive, gana. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Autor de varios centenares de historias cortas y de numerosos libros de ciencia-ficción, Robert Sheckley (1928-2005), fue nombrado autor emérito por la Science Fiction and Fantasy Writers of America en el año 2001. Conocido por títulos como Inmortality Inc., Dimension of Miracles, Journey Beyond Tomorrow y otros, entre las muchas historias cortas que escribió Sheckley, hubo una sátira titulada originalmente, “Seventh Victim” -publicada primero en la revista Galaxy en 1953-, donde describe a una sociedad distópica en la que, el Estado, crea un Ministerio de la Gran Cacería con la esperanza de luchar “contra el peligro de las guerras de masas”.

La singular historia, atrajo el interés del director Elio Petri, y junto a Tonino Guerra y otros escritores, decidió adaptarla para la que sería su primera y única incursión en el cine de ciencia-ficción. Lo que se plantea, es un juego de niños-grandes donde, “la violencia se legaliza y se normaliza”, inscribiendo personas para que participen de La Gran Cacería, donde cinco veces harán de cazador y otras cinco de víctima, y quien primero elimine a su 10a Víctima (Petri aumenta en tres el número de asesinatos), recibirá como premio un millón de dólares.

La historia tiene toques de parodia, de comedia bufa y de ciencia-ficción poco ostentosa, y aunque tiene momentos bastante simpáticos, luce con muy escasos relieves, por lo que, el alegato contra el armamentismo y la violencia que cunde en la sociedad del siglo XX termina nadando en aguas poco profundas. El mismo Petri parece sentirse un tanto extraño haciendo lo que hace, y ese apunte en el que, “Los Neorrealistas”, sabotean el discurso en la playa de Marcello Poletti, funciona como un búmeran, pues, ya sabemos que haciendo cine social y realista es cuando más cómodo y certero, él, ha podido expresarse.

Para el rol protagónico, se eligió a Marcello Mastroianni, y pudo haber sido intencional usar su propio nombre, pues, también su personaje es una suerte de divo muy apreciado por las mujeres en ese mundo donde él está llamado a ser La Décima Víctima. La cazadora de turno es una chica “americana” llamada Caroline Meredith y no fue afortunado, en este caso, que se eligiera a la suizo-alemana Ursula Andress, para un rol que requería autenticidad, y también un poco más de temple y destreza en su interpretación, pero, se quiso aprovechar el gran éxito que tuvo, tres años atrás, al aparecer en “Dr. No”. Mucho más encantadora luce, Elsa Martinelli, en su pequeño papel de Olga, la amante olvidada que se niega a perder al hombre que ama; y bueno volver a ver a Salvo Randone, en su caricaturesca representación del profesor chatarra.

“LA DÉCIMA VÍCTIMA”, resulta siendo un filme un tanto irregular, pero, es otro intento válido de mostrar como nuestra sociedad parece avanzar cada día de mal a peor… ¡y así no debe ser!
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow