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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Musical. Romance Versión cinematográfica de la obra de Eugene O'Neill 'Tierras vírgenes' (Ah, Wilderness!) en la que Mickey Rooney interpreta a Richard Miller, un joven de un barrio de clase media de Danville, Connecticut, que vive con su familia y se enamora de la chica de al lado, Muriel. El padre de ella se opondrá a la relación pues el joven no dejará de compartir con su amada sus ideas revolucionarias. (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La infancia de, Eugene O’Neill, transcurrió en las tierras de New London, Connecticut, no obstante que él nació, improvisadamente, en un hotel de Broadway, New York. Al ser ingresado en un internado católico –porque sus padres se desplazaban frecuentemente dado que, papá O’Neill, era un actor de teatro-, Eugene se dedicó con avidez a la lectura, y muertos sus padres y su hermano Jamie en el transcurso de tres años, el muchacho se dedicó entonces a escribir obras dramáticas de manera profusa... y así se fue haciendo a un lugar en la escena teatral americana. Durante la primera década del siglo XX, O’Neill se integró al movimiento literario de Greenwich Village, y allí se hizo amigo de personajes muy representativos de la cultura, entre los que se contaba, John Reed, el fundador del Partido Comunista estadounidense.

Lo que sigue, ya es historia de connotada importancia para la cultura norteamericana: O'Neill publicaría grandes obras como: Más allá del horizonte, Anna Christie, Extraño interludio, El Mono Peludo, Deseo bajo los olmos… y entre otras, “Tierras Vírgenes” (Ah, Wilderness!, 1932), que ahora vemos como, <<SUMMER HOLIDAY>>, pero ya había sido llevada al cine, en 1935, por el director Clarence Brown, con el título original. Todo ésto, le significaría al escritor cuatro premios Pulitzer y el premio Nobel de Literatura… y al final, O’Neill terminará haciendo parte de los más grandes dramaturgos que ha dado América en toda su historia.

Al pensar en una nueva versión cinematográfica de, “Ah, Wilderness!” -dado que la primera fue un notable éxito-, el guion se basó de nuevo en algunas anécdotas de la infancia del escritor, entremezcladas con números musicales que tienen el mérito de encajar bien las letras, pero que, en su mayoría, resultan intrascendentes. Además, se transforma, casi por completo, el tono de inconformidad social que se preserva en la obra del dramaturgo, hasta convertirlo en una inocente anécdota de adolescencia, donde el personaje que más reluce es Nat Miller, el padre del joven Richard (alter ego de O’Neill), por la atinada y prudente empatía como orienta la rebeldía de éste. Por otro lado, EE.UU. resplandece como un verdadero paraíso a todo nivel, con unos ambientes naturales o creados en estudio, absolutamente de ensueño... y con ésto, es bien seguro que el escritor no estaba de acuerdo.

Además de la esplendorosa fotografía y la magnífica ambientación, resaltan unas buenas metáforas (con Washington y con Lincoln) y al menos un par de canciones… pero, por ésta vez, el director Rouben Mamoulian, tuvo que acceder a los antojos del productor Louis B. Mayer, quien, en contra de su interés de recrear los paisajes y ambientes con ese verde y amarillo al estilo de pintores como, Grant Wood y John Steuart Curry, entre otros, prefirió los colores muy intensos y brillantes, con mucho rojo y mucho rosa… y así tuvo que hacerse, dando como resultado la suerte de filme que exalta hasta el infinito, el iluso, pero por tantos anhelado, Sueño americano.

El protagonista es, Mickey Rooney, quien tiene el rol del muy crítico hermano mayor, mientras que, en la primera versión, hizo de Tommy, el hermanito travieso, que ahora quedó en manos del apreciado, Butch Jenkins, a quien siempre recordaremos por, “Our Vines have Tender Grapes”; y muy acertada la caracterización de Walter Huston, ejemplo preciso del padre equilibrado que tanto necesita nuestra desajustada sociedad. Con todo, resulta ridícula la censura que se le aplicó a ésta película en algunos países, donde aún sigue ignorada por los eternos prejuicios que se han sostenido contra Eugene O’Neill, un hombre de izquierda a quien nadie puede objetar que siempre fue fiel a la verdad.

Título para Latinoamérica: OTOÑO EN PRIMAVERA
Luis Guillermo Cardona
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