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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Aventuras Adaptación de novela homónima de Mark Twain. Amante de la libertad sin ataduras de ningún tipo -¡ni siquiera la de los zapatos!-, el joven Huckleberry Finn (Mickey Rooney), aprovecha la circunstancia de que, su irresponsable padre, quiere chantajear al par de hermanas con las que ahora vive, decide escapar de casa y en el camino se encuentra a Jim (Rex Ingram), el sirviente de casa que también ha escapado, pues, ansía la libertad para ... [+]
28 de junio de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía tan solo cuatro años de edad y todavía se llamaba Samuel Langhorne Clemens, cuando Mark Twain (nombre con el que pasaría a la historia por sus maravillosos cuentos y novelas), fue llevado a vivir en Hannibal, Missouri, y fue allí donde realizaría sus primeros estudios. Como era éste un estado esclavista, Twain conoció de primera mano el trato que se les daba a los esclavos, y este sería tema para muchos de sus escritos.

Tras haber cursado tan solo el 5° grado de escuela primaria, fueron las bibliotecas las que sirvieron a Twain para formarse como un autodidacta, porque el resto del tiempo lo dispuso para trabajar como aprendiz de impresor y más adelante como tipógrafo. Entre tanto, ya escribía notas humorísticas y relatos de viaje que publicó en el periódico de su hermano Orion. En 1867, conoció a Olivia (Livy) Langdon, que, aunque era de familia rica, era una mujer bastante liberal y fue con ella que pudo relacionarse con abolicionistas, socialistas, ateos y activistas por los derechos de las mujeres (Frederick Douglass, recuerden este apellido, Harriet Beecher Stowe “La Cabaña del Tío Tom”), William Dean Howells…). A comienzos de 1870, Twain y Livy se casaron.

Esta vívida y liberadora experiencia, haría que las novelas de Mark Twain reivindicaran profundamente la amistad, exaltaran a la mujer, abogaran por la libertad de los esclavos, combatieran el racismo y toda suerte de discriminaciones, y mostraran su profundo desencanto con la sociedad que le tocó vivir.

Todo esto se ve ampliamente plasmado en “Las Aventuras de Tom Sawyer” (1876), y por supuesto en su continuación, “Las Aventuras de Huckleberry Finn” (1885), la emotiva y muy cálida novela que motivaría el siguiente comentario de Ernest Hemingway: “Toda la literatura moderna americana procede de un libro de Mark Twain titulado, Las Aventuras de Huckleberry Finn (…) Nada hubo antes. Nada tan bueno ha habido desde entonces”.

Como era de esperarse, el cine decidió adaptar la celebrada novela de Twain, y partiendo de un guion escrito por Hugo Butler, se encargó al director Richard Thorpe, y este contó con un calificado reparto que incluye a Mickey Rooney, en el rol del pequeño aventurero para el que la libertad lo es todo; Rex Ingram, como Jim el esclavo fugitivo; Elizabeth Risdon, representando a la encantadora y tolerante viuda Douglass; y en los más llamativos roles de la historia, el “Rey” y el “Duque”, nada menos que Walter Connolly y William Frawley, un par de pillos que nos hará pasar un rato sumamente divertido.

Por esta vez, creo que el blanco y negro no favorece mucho a la película ya que se extraña el colorido de los magníficos paisajes, pero, el firme alegato contra el esclavismo queda muy bien plantado, y la amistad, sin distingos de raza, queda servida como debe ser.

Título para Latinoamérica: AVENTURAS DE HUCK FINN
Luis Guillermo Cardona
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