Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Romance En vísperas de la guerra civil estadounidense (1861-1865), el idealista profesor John Wickliff Shawnessy abandona a Nell Gaither, su amor de juventud, e inicia un apasionado romance con Susanna Drake, una rica y hermosa sureña de Nueva Orleáns, que acaba en boda. Una vez casados, John averigua que la madre de Susanna murió en un asilo para enfermos mentales y empieza a temer que se trate de una enfermedad hereditaria. (FILMAFFINITY)
5 de agosto de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los partidos políticos tradicionales ( y otros desafueros) hay un montón de individuos que, por portar una insignia y afirmarlo verbalmente, dizque pertenecen a dichos partidos… pero al verlos en la práctica, no es difícil darse cuenta de que, muy adentro, su verdadero interés solo tiene un nombre que se repite incesantemente: Yo, Yo y siempre Yo. Esa es su verdadera consigna, ese es su único partido y cualquier sinergia que asuman con ciertas personas e instituciones políticas, no es más que la manera que encuentran para buscar satisfacer sus ambiciones personales.

Individuos como éstos son los que destinan su existencia a buscar El árbol del oro, y ante el espejo siempre verán a la oscura y falsa criatura que día tras día han venido forjando y que, sin que puedan explicarlo, los mantiene cada vez más alejados de la paz y del amor.

Pero, quienes tienen muy claro que una sinergia se establece para buscar el bien común; quienes sienten alegría aunando esfuerzos para mejorar la calidad de vida de quienes viven en desventaja; y quienes saben que la verdadera riqueza es dar y no acumular, esos buscan El Árbol de la Vida que traerá realización, bienestar y paz interior.

De estas cosas trata esta emocionante, romántica y consecuente película que, Edward Dmytryk, realizara con un holgado presupuesto de casi 5 millones de dólares de 1957 y en un espléndido formato de imagen y sonido, con el que se buscaba emular el éxito que ya, MGM, había logrado con “Lo que el viento se llevó”.

El punto de partida, fue la novela “Raintree county” que Ross Lockridge Jr. (1914-1948), publicara justo antes de suicidarse, sin llegar a enterarse de que su obra venía siendo un éxito, al tiempo que dividía las opiniones entre unos cuantos que la consideraron “demasiado pretenciosa” y los muchos que la vieron como “una extraordinaria primera novela”.

La película hizo roncha, pues no obstante haber sido producida en Hollywood, demostraba una clara toma de conciencia al ponerse de lado de la causa antiesclavista en lo relativo a la Guerra de Secesión, y en este sentido, lucía progresista y consecuente, a diferencia de la manipuladora superproducción que la antecediera.

Por lo demás, es una fuerte historia de amor y de amistad, de tolerancia y compromiso humano… y con una afortunada dinámica narrativa que no se olvida de dar espacio a ciertos toques de humor, hace una edificante y muy valiosa sensibilización sobre el papel que debemos jugar en este mundo. El cuento de El árbol de la vida de que habla, en principio, el “perfesor” Jerusalem Webster Styles, amerita más de una reflexión y queda muy bien plasmado con la historia que veremos desde entonces.

El reparto es inmejorable y en el sobresalen: Elizabeth Taylor, como la chica que siempre tendría la rienda. Montgomery Clift, quien aún con grave accidente ocurrido en los días de rodaje, logrará imponer un enorme carisma a John Shawnessy, su muy digno personaje. Eva Marie Saint, es la ferviente y leal enamorada que siempre mantendrá la esperanza. Nigel Patrick, un punto muy fuerte en la historia como el “perfesor” Styles. Y entre otros, Lee Marvin, es el competitivo y luego constante amigo, “Flash” Perkins.

¿Alguna objeción? Sí. La encontré en la iluminación que, por momentos, se me hizo recargada y en dos o tres tomas funciona con algo de “magia”. Obsérvenla bien y entenderán porqué.

No obstante, soy de los que creen que, “EL ÁRBOL DE LA VIDA”, es de esa clase de filmes que aún esperan ser reivindicados.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow