Una obra cinematográfica puede convertirse en un clásico por diversas razones: Un guion magistral desde su composición argumental, con personajes profundos y diálogos brillantes; unas actuaciones envolventes y muy profesionales, combinadas con una historia impactante; una majestuosa puesta en escena, con un envolvente diseño de producción, una fotografía AAA y una efectiva partitura… Pero para un buen número de personas -entre las que de seguro me encuentro- lo que con frecuencia hace que una película se nos convierta en algo inolvidable, es que sus personajes demuestren una valiosa y razonable sensibilidad, y que con sus acciones inspiradoras y edificantes, consigan traernos una buena dosis de alegría, acariciarnos el alma y/o cuestionar nuestros procedimientos.

<<VIDA BOHEMIA>>, es de esta suerte de películas, y a fe nuestra que lo hace de manera muy calificada: con deliciosas y sentidas actuaciones, una preciosa fotografía y magníficas frases en intertítulos. Adaptación por, Fred de Gresac, de la novela, “Scènes de la vie de bohème” (“Life in the latin quarter” en EE.UU.) con la que pasara a la historia el escritor parisino, Henry Murger (1822-1861), ya que fue la base de dos famosas óperas que, con el título “La Bohème”, escribieron respectivamente, Giacomo Puccini y Rugiero Leoncavallo.

Recuerdo de aquellos tiempos en que, el escritor Murger, pasara hambre y toda suerte de necesidades viviendo con un grupo de artistas (un pintor, un compositor…) que se autodenominaron, Los Bebedores de Agua, <<VIDA BOHEMIA” es un compendio de viejas costumbres contadas con mucho humor en principio... y luego en un ambiente de trágico romanticismo, donde el amor excelso y el sacrificio sin límites, ocupan un privilegiado lugar que consigue llegarnos hasta lugares muy recónditos.

Dado que la música de las óperas todavía conservaba sus derechos de autor y utilizarla costaba muchísimo, para su versión cinematográfica el director, King Vidor, prefirió centrarse en la novela de Murger y con estupendas interpretaciones de, Lilian Gish, John Gilbert, Roy D’Arcy, Renèe Adorèe y demás actores de conjunto, logra un filme vibrante que consigue hacernos reír… amar… y sufrir… con la difícil existencia de la pequeña Mimi.

Frases para el eterno recuerdo:

“Marcel podía pasar hambre con tal de pintar una obra maestra… pero hasta ahora, sólo ha tenido éxito en pasar hambre”

“El vizconde Paul, es un verdadero aristócrata que nunca ha hecho absolutamente nada... pero siempre lo ha hecho con un gran estilo”

“Ahora que nuestro alquiler está pagado, podemos morirnos de hambre cómodamente”

“La huida es una mala sustituta del amor”

Y todavía “resuena” en mis oídos la ansiosa frase de Rodolphe: “¡Mimi, vuelve conmigo!” porque luce cargada de un amor tan profundo, que fue capaz de vencer cualquier distancia... y ésto es un real reflejo de los poderes del Amor.