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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Oscuro y violento drama, con escenas realmente duras, que retrata los ambientes de marginación y violencia que sufre el barrio de Brooklyn durante los años cincuenta. El realizador, que ya había mostrado el mundo de las drogas en la descorazonadora "Christianne F.", se rodeó de un reparto americano que ayudó a distribuir internacionalmente su film. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2014
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde muy chico le llamaron “Cubby” (Cachorrito) y quizás nadie imaginó nunca el infierno por el que tendría que pasar este simpático muchacho bautizado como Hubert Selby jr., quien a los 15 años abandonó la escuela para ponerse a trabajar en la marina mercante donde contrajo una tuberculosis que hizo temer por una muerte rápida. Pero contra el pesimista vaticinio de los médicos, el joven Selby sobrevivió, aunque un nuevo experimento con algunos fármacos que le recetaron, lo llevó a una cirugía en la que perdió un pulmón, quedando así con problemas respiratorios para el resto de su vida.

El uso de heroína y de tranquilizantes para la depresión lo convirtieron en adicto, pero contra todo, Selby consiguió hacerse con una buena esposa que trabajaba para mantenerlo y con ella tuvo una hija, ayudándole ambas a sobrellevar sus penas. Ante la imposibilidad de conseguir un trabajo estable, Selby empezó a hacer remembranza de sus vivencias en Brooklyn… y entonces se dedicó a escribir. Surgieron primero, historias cortas como “La reina ha muerto” y “Tralala”, entre otras, que publicó en diversas revistas hasta que, llegado el año 1964, y por sugerencia del escritor y amigo Amiri Baraka, Selby entremezcló varios cuentos -incluidos los antes mencionados- y los convirtió en su primera novela, la cual publicó con el titulo, “Last exit to Brooklyn”, que muchos aplaudirían, pero que sería llevada a juicio por el gobierno inglés, acusándola de obscenidad. Escritores notables como Anthony Burgess y Allen Ginsberg, entre otros, salieron en su defensa… y por fin la novela pudo seguir su curso contra sus muchos detractores.

Llegado el año 1989, es el director alemán Ulrich Edel (Uli Edel en EEUU) mundialmente conocido por su filme anterior “Christiane F”, quien, con guión de Desmond Nakano, decide llevar al cine la polémica obra de Hubert Selby jr. ¿El resultado? Una historia que plasma un pequeño infierno –muy doloroso pero real- en el Brooklyn de 1952, donde se combinan los soldados de una base militar, las prostitutas que van en busca de su dinero, los travestis que saben que hay gustos para todo, y los perseverantes sindicalistas que, con una huelga que lleva ya seis meses, tienen paralizada la Brickman Metals Co.

Y, cual fantasmas que aparecen y desaparecen para ejecutar órdenes de ¡quién sabe que fuerzas!, una pandilla de jóvenes liderada por un tal Vinny, estará mediando entre todos, para dar una lección a los soldados que fomentan la prostitución de Tralala… para hacer realidad los más retorcidos deseos del desubicado miembro del sindicato, Harry Black… para castigar severamente el descarrío… y hasta para intentar desalentar a la rubia y seductora Tralala, cuyas travesuras ya suman bastantes víctimas.

Pero en este infierno, también hay un resquicio por el que se entra el amor… y contra todo, habrá seres que brindan cariño, que se proponen convertirse en esperanza, y que están dispuestos a que, ese hálito de luz, encienda una antorcha en tan amargo pueblo.

En, “ÚLTIMA SALIDA, BROOKLYN”, la vida luce con marcada desesperanza, pero contra todo, se preserva viva esa necesaria consideración que se merecen sus personajes. Se recrean situaciones donde algunos hombres, por extraños actos de inconciencia tiran por la borda todo lo bueno que la vida les ha dado, pero se deja ver esa luz que preserva la existencia y que, pase lo que pase, sigue haciendo la vida digna de ser vivida.

También yo creo que hay aquí un libro y un filme muy necesarios, porque dan cuenta efectiva de la ley de resonancia, y sobre todo, porque nos enseñan a ver, con alma grande, las liviandades ajenas.

Título para Latinoamérica: “CAMINO SIN SALIDA”
Luis Guillermo Cardona
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