Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
5
Drama Al viajar a Italia a pasar unos días de descanso junto a su esposo, Evelyne conoce y se enamora de Rémy, un parisino de carácter libertino y mundano para quien, sin embargo, esa historia no va más allá de ser un mero pasatiempo. Cuando Rémy regresa sin más a su casa de París, Evelyne queda destrozada. Al cabo del tiempo, recibe un mensaje de Rémy, quien le invita a pasar unos días con él la capital francesa. Ilusionada ante esta ... [+]
18 de noviembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cualquier persona que se anime a escribir, se expone de inmediato a una condición humana, demasiado humana: Encontrará detractores y a unos cuantos que lo alaben. Según sea el talento de quien escribe, el porcentaje de estos y aquellos puede variar, pero, bien seguro puede estar de que no le faltarán unos y otros en su historial. ¡Ni siquiera los mangos, Natalie Wood o los halcones, son del gusto de todo el mundo, y conste que son la prueba contundente de que Dios existe!

La escritora austriaca, Vicki Baum (1888-1960), tampoco iba a ser la excepción, y así como ha habido quienes la consideren trivial y pasajera, otros están convencidos -y lo sostienen- de que es una de las más representativas autoras en lengua alemana. Para todos los gustos, por las librerías se siguen encontrando sus novelas: Grand Hotel, Hotel Shanghai, El Ángel sin cabeza y otras tantas… y en lo personal, la primera me gusta mucho.

Tras haber sido perseguida y censurada por los nazis debido a su condición de judía, Vicki Baum marchó hacia el exilio, y asentada en Los Ángeles, California, la primera novela que escribió la publicó en lengua alemana con el título, “Das große Einmaleins” (1935); también conocida como “Rendezvous in París” (Cita en París) o “Sait-on Jamais?”, fue, ésta, una polémica obra que hace referencia a una dama de clase alta que pretende emanciparse de un marido importante (es juez de la república), el cual la tiene olvidada porque le importan más sus libros y sus casos en los estrados.

Curiosamente, cuando éste le habla de un caso judicial en el que se está juzgando a una modesta mujer que asesinó a su suegra porque, a ella y a su esposo, les hacía la vida imposible, su bella esposa, Evelyn, se siente identificada con la victimaria por “atreverse a defender su derecho al amor” … y éste será su acicate para volver a pensar en reencontrarse con un hombre que, un día, la hizo sentir enamorada.

La novela fue narrada desde tres vertientes: el amante, la esposa y el marido; pero, en su muy libre adaptación cinematográfica, Pierre Bost y René Clément, se centran, principalmente, en la pareja de “enamorados” … aunque él no lo parece tanto.

Con todo, tengo que decir que no logré conectar, ¡ni por un segundo!, con el personaje de Jean Marais (Rémy), pues, el actor me resultó sobreactuado y con muy poco carisma, y sin duda, le quedó chiquito a esa gran actriz que fue siempre, Michèle Morgan. Mucho mejor está, Elina Labourdette quien, como Marion, demuestra -con encanto y picardía- que conoce al dedillo al hombre que busca su compañía… pero no consigue tomarla en serio.

La metáfora del castillo de cristal también resulta bastante debilucha y, <<LE CHÂTEAU DE VERRE>>, queda como uno de los puntos menos logrados en la filmografía de un gran director.

Título para Latinoamérica: EL CASTILLO DE VIDRIO (¡!!!!¡)
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow