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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Mientras viaja en tranvía, Cesare presencia la muerte de un pasajero debido a un ataque al corazón. Profundamente impresionado, decide, de la noche a la mañana, dejar su trabajo y replantearse su vida. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todavía lo conservo fresco en la mente representando al incisivo y pertinaz comisario Palumbo en "El Asesino" (¿no sería de aquí que surgió la idea del comisario Columbo que, desde 1968, representara Peter Falk?) y me ha alegrado saber que, Salvo Randone, tiene ahora el rol protagónico en el segundo filme de Elio Petri, "LOS DÍAS CONTADOS". Aquí también es un investigador, pero no hace parte esta vez del cuerpo policial, sino que es un modesto fontanero que, tras ver como un hombre, de más o menos su edad, ha muerto repentinamente en un autobús, decide abandonar su trabajo para entregarse un tiempo a reflexionar sobre el sentido de la vida, pues, comienza a tener la sospecha de que sus días están contados.

Su amigo, Amilcare, pintor de señales en las carreteras, será quien tenga que soportar sus disquisiciones derrotistas, y aunque le aclara que los días contados los tenemos todos, don Cesare sigue su desolado camino, viendo en cada conocido y en cada entorno, un presagio que alienta, vez tras vez, el más triste de los ocasos.

En un ambiente puramente neorrealista, la cámara de, “LOS DÍAS CONTADOS”, se sumerge en las calles y en las barriadas mostrando la cara amarga de un país que aún no se recupera de la ruina en que lo dejó la última gran guerra; y en los corazones de la gente, todavía hay dolor, desencanto y agotadas esperanzas que muy pocas veces se realizan.

Don Cé (como le llaman sus amigos) es un hombre bueno, generoso, limpio como el que más, pero, el destino parece dispuesto a probarlo a ver si, en semejante medio, es capaz de preservarse íntegro… ¿Lo logrará?

Elio Petri, me convence aquí de que es un verdadero artista, porque, como los grandes, tiene metida entre ceja y ceja la clara y firme idea de dejar bien plasmado un carácter ejemplar y una dura realidad, y con cada imagen, uno se da cuenta de que le importa un rábano si su filme es un éxito o si da dinero, pues, ser honesto consigo mismo, y con la historia, es lo único que realmente cuenta para él.

Es fácil encariñarse del singularísimo, don Cé, y con cada anécdota y con cada personaje, llegamos a comprender que no importa tanto la pobreza, si se tiene dignidad y bondad en el corazón; y cuando nos hacemos conscientes de esto, la vida recobra enseguida su más especial y maravilloso sentido. Porque, en definitiva, no importa si los días están contados, lo importante es que cuenten para ti y para la humanidad.

Atinado guion de Elio Petri y Tonino Guerra con la colaboración de Carlo Romano, y una historia que, si consigue verse con el estómago lleno y el corazón bien dispuesto, quizás nos haga sentir que, lo que estamos haciendo por el resto del mundo, es demasiado poco… ¡y así no debe ser!
Luis Guillermo Cardona
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