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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Musical. Comedia. Drama Una madre ambiciosa y absorbente intenta que sus hijas lleguen al estrellato en Broadway. Al final, el éxito llega de la manera más insospechada. (FILMAFFINITY)
6 de junio de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se cuenta que, Gypsy Rose Lee, fue una stríper de clase alta, ampliamente cotizada. Tras una aventura con el director de cine austriaco, Otto Preminger, quedó embarazada y dio a luz un niño al que llamó Erick Lee. Se casó en tres frustrantes ocasiones. Entre todo esto, actuó en varias películas (“Stage Door Canteen”, “Babes in Bagdad”, “The Stripper”…); también tuvo una aventura amorosa con la autora de, “La Balada del Café Triste”, Carson McCullers… y durante la Guerra Civil Española, apoyó al Frente Popular recogiendo fondos para sus niños.

Gypsy, nació como Louise Hovick, el 8 de enero de 1911. Tuvo una hermana de nombre June (“Dainty June”, como actriz, June Havoc), en apariencia más talentosa que ella -así lo admitía ella misma- y desde muy pequeñas, ella y su hermana, se vieron empujadas por su madre, Rose, hacia el mundo del vodevil donde estaba segura que lograrían triunfar.

Lo ocurrido durante esos impetuosos años de infancia y adolescencia, hace parte de la autobiografía que, con el título de, “Gypsy, a memoir” (1957), escribiera Gypsy Rose Lee, como un homenaje a su madre… y quizás para mostrar cómo, a veces, las presiones nos llevan a donde no esperábamos llegar.

De estas memorias y otras investigaciones, surgiría una novela de, Arthur Laurents, dedicada a la célebre striptisera y actriz; también, Jerome Robbins, escribiría una obra teatral… y retomando todo ésto, Leonard Spigelgass, se encargaría de convertirlo en un guion, el cual fue puesto en manos del apreciado director, Mervyn LeRoy, para que lo llevara al cine como un semi-musical que incluye comedia, romanticismo y un buen puñado de atinados números coreográficos.

Sirviéndose de un impecable diseño de producción, una lujosa fotografía en Technirama y un estupendo vestuario, LeRoy, consigue un espectáculo digno de ver, sobre todo porque cuenta con un reparto que cumple a cabalidad con su tarea. La extrovertida, Rosalind Russell, lleva sobre sus hombros el fuerte papel de Rose Hovick, la madre impulsiva y de definidos horizontes, para quien los obstáculos no son más que ocasiones para buscar una salida. ¿Su pecado? Pensar en lo que le interesa a ella... por mucho que diga que sólo piensa en el futuro de sus hijas. Karl Malden, como Herbie, es el promotor que, atraído por el corazón de Rose, extenderá su generosa mano a toda la familia y buscará siempre lo mejor para ellas; y la siempre adorable, Natalie Wood, es la inestable Louise, a quien, un día, el destino pasará del vodevil al burlesque… y llevando desde entonces el nombre de, Gypsy Rose Lee y mucha menos ropa, se convertirá en una gran atracción y en toda una leyenda.

Nominada a tres premios Oscar (fotografía, diseño de vestuario y música) y ganadora del Globo de Oro a Mejor Actriz (Russell), <<LA REINA DEL VAUDEVILLE>>, contó con la asistencia personal de Gypsy Rose Lee, quien sirvió de guía a, Natalie Wood, para sus números de striptease... y el resultado final, es un entretenimiento de gran belleza visual con el que se puede pasar un rato bien agradable. ¡Ah!... y es, éste, uno de los pocos musicales en el que las canciones no me han impulsado a utilizar la tecla de adelanto. Stephen Sondheim y Jule Styne, han logrado un toque de simpatía, calor y efectividad en las letras y en la música que las hacen, en general, bastante agradables. Russell y Wood fueron dobladas… pero, en todo caso, lucen encantadoras.

Título para Latinoamérica: <<GYPSY>>
Luis Guillermo Cardona
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