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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Drama. Cine negro El médico David Newcome (Paul Muni) es un hombre generoso y brillante que está llevando una vida difícil con su fría e improcedente esposa Jessica (Flora Robson), razón por la que su hijo Gerald (Raymond Severn) vive temeroso y en un ambiente de inestabilidad emocional. Cuando la joven refugiada Leni Kraft (Jane Bryan), llega a su casa como aya, las cosas cambian para el niño y también para el atribulado esposo, pero empeoran para ... [+]
16 de junio de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
David Newcome es un médico de película… o bueno, de aquellos que había en otros tiempos, que llevaban la profesión en la sangre y la dignidad en el alma. Cobraba cuando se podía, y cuando no, atendía con el mismo empeño y con la misma entrega a cualquier paciente. Esto le convirtió en un hombre respetable en Calderbury, Inglaterra, donde, en la segunda década del siglo XX, se avecinaban tiempos difíciles para la sociedad.

Pero Newcome no era feliz en su hogar, su esposa era una mujer demasiado rígida y poco formada, y esto llevaba a que, su pequeño hijo Gerald, viviera nervioso y marcado por el miedo. Pero un día, por sugerencia de su propia esposa, el médico lleva a su casa como niñera de su hijo a Leni Kraft, una joven bailarina de origen austriaco que él auxiliara en un momento de crisis.

James Hilton, el mismo escritor que nos diera: “Horizontes perdidos” y “Adiós Mr. Chips”, entre otras grandes obras llevadas al cine, es también el autor de la novela homónima y del guión de “NO ESTAMOS SOLOS”, película que se enmarca en ese estilo de exaltación humana y de justicia suprema, que ha caracterizado a gran parte del cine clásico que ahora tiene el sello de la perennidad.

Funciona aquí la historia como una plasmación verídica y contundente de como, en esta apocada sociedad, se puede ser un gran hombre y ser víctima de grandes injusticias; y también es un reflejo muy solvente, de lo corta que suele quedarse la llamada justicia contra hechos de amplia apariencia que perfectamente pueden no ser verdad. Hilton da varios ejemplos en este sentido, y por eso, en boca de su personaje y en un momento preciso, pondrá una frase de enorme peso: “Es extraño como las palabras pueden parecer justas sin ciertamente serlo”.

Se redondea así un firme alegato contra la pena de muerte, pues en cada caso de ejecución, se está denegando la ocasional posibilidad de que, a futuro, resulten nuevas pruebas que demuestren que el reo es inocente. Y por cada hombre limpio que la arrogante “justicia” condene, es la sociedad entera la que pierde, pues de esta manera se retrasa el camino hacia la paz.

Con gran brillantez narrativa, y con convincentes interpretaciones de Paul Muni (“Scarface” “La buena tierra”…), la angelical Jane Bryan (muy notable en “La solterona”), la siempre eficaz Flora Robson y la polifacética Una O’Connor, el director Edmund Goulding logra aquí otros de esos filmes para sentir muy dentro, pues apunta al alma y al entendimiento desde perspectivas tan sabias y valientes, que es imposible permanecer insensible ante esa prístina sustentación de la historia.

¡Y cuán tristemente cierta la argumentación del médico en que se apoya el título del filme!… ¡Todavía seguimos en pañales en lo que al ejercicio de la Justicia se refiere!

“NO ESTAMOS SOLOS” es una película imprescindible.
Luis Guillermo Cardona
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