Payna nos presenta una película tierna donde vemos la evolución que sufre la relación entre un padre y un hijo, rota por los diferentes problemas que mantuvo el padre con el alcohol. El hijo decide acompañar a su padre en una surrealista aventura con la intención de que pueda, al menos, ser feliz en el tiempo que le queda de vida, sabiendo que tiene problemas de demencia senil. Una experiencia que le servirá, sobre todo al padre, a reencontrarse con su pasado. La historia transcurre de manera que vemos cómo el padre sigue manteniendo la ilusión a pesar de las circunstancias, y que lo importante es intentar disfrutar de la vida y ser feliz el máximo tiempo posible. Además, el blanco y negro le da un tono más tierno a la película. Y destaco en todo momento los diferentes diálogos graciosos y momentos divertidos protagonizados por la familia y antiguos amigos de Woody.

Un 8.