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Voto de Natxo Borràs:
2
Drama El emperador Calígula es asesinado por un complot de su hermana Agripina y la toma Claudio que sella su poder con la bella Mesalina. Pero ambos también son asesinados mientras hacen el amor. Agripina al fin es la diosa viviente de Roma. (FILMAFFINITY)
18 de noviembre de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Varios directores, entre ellos el italiano Bruno Mattei sin firmar con su yanqui- pseudónimo de Vincent Dawn, codirigieron ésta mezcla de explotation y secuela no-oficial de la más ambiciosa “Calígula” (1979) de Tinto Brass notándose por tanto menos medios a su alcance. Excusa menos que injustificable para no dejar de derrochar una dosis de erotismo descafeinado sin llegar a las cotas la producción de Bob Guccione que interpretó por Malcolm McDowell (creible en sus labores de sádico emperador) aquí reemplazado por un desconocido actor llamado Vladimir Brajovic secundado por una serie de ninfas (algunas interpretando a sus incestuosas hermanas o amantes de palacio) con Messalina, entre ellas, una mujer que después de morder el polvo de gladiadora, se baña con leche de burra sin falta de criado eunuco, mientras el emperador celebra los honores de su caballo Incitato montándolo con alguna que otra yegua, mientras las orgías en palacio van despacio y las conspiraciones empiezan, con el mismo ritmo, a surgir de la nada.

Aprovechando dicho está de la fama que se ganó éste emperador y la ninfómana Messalina (satirizada en otra película , la erótico-festiva “Mesalina, Mesalina” (1977) de Bruno Corbucci) el film de Mattei no aporta nada más que un argumento pobre, así como sus mediocres interpretaciones en un porno soft-core rebajado pero el adecuado en su estreno comercial en las salas convencionales.
Natxo Borràs
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