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Voto de Natxo Borràs:
6
Drama En el ardiente Madrid del mes de agosto, Jaime, abogado de oficio, 40 años, consigue la libertad para "El Chirlo" delincuente ocasional, 20 años, que está acusado de un delito menor. Jaime, separado, vive con Rocío, una modelo de 25 años. Y está cansado, muy cansado, para aceptar la amistad desinteresada que "El Chirlo" le ofrece con gratitud. Rocío, en cambio, está lo suficientemente disponible para aceptar la compañía de "El Chirlo" y ... [+]
7 de julio de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el Madrid quinqui de mediados de los años ochenta se situa ésta historia que, sin obviar el tema de la delincuencia común en las calles metropolitanas, discurre de los juzgados a los bares. Escenarios muy familiares para ladrones como el Chirlo (José Luis Fernández) que agradece a Jaime (Juan Diego), su abogado de oficio, le haya puesto en libertad.

Pero la verdadera amistad, rozando el enamoramiento, lo tiene con la modelo y amante de Jaime, Rocío (Patricia Adriani), que se la lleva de paseo en moto como Gregory Peck con Audrey Hepburn en “Vacaciones en Roma” pero en su versión canalla.

Como era habitual en la corriente mundana de películas de temática quinqui se contó con la colaboración de jóvenes problemáticos que se habían echado a la calle y a las drogas. Uno de ellos, ya reclutado por Eloy de la Iglesia fue José Luis Fernández Eguia onocido como “El Pirri” con quien participó en películas como “La mujer del ministro” (1981) o “Colegas” (1982) aunque ya había debutado con Manuel Gutiérrez Aragón en “Maravillas” (1980).

Pero como algunos de sus compañeros como Ángel Fernández Franco o José Luis Manzano, el cine no fue precisamente una buena vía de escape para su problemática situación. El Pirri fallecería en 1988 supuestamente por sobredosis.
Natxo Borràs
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