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Voto de Natxo Borràs:
8
Comedia. Drama Narra las experiencias de un grupo de niños de diferente edad y condición que viven en la pequeña ciudad de Thiers. Patrick vive con su padre inválido y sueña con recibir su primer beso. Julien vive en un hogar pobre y desestabilizado; su madre es alcohólica y lo maltrata. Alrededor de estos dos personajes gira la vida de otros niños de una pequeña escuela francesa de provincias cuyas historias se irán conociendo durante el verano de 1976. (FILMAFFINITY) [+]
5 de agosto de 2013
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
François Truffaut amplió a mayúsculas proporciones las conclusiones extraídas de su obra maestra “Los Cuatrocientos Golpes” (Les Quatre cents coups, 1959) pero dejando que aquí que los niños se expresaran en total libertad, vivieran de sus propios sentimientos y emociones y sin una línea argumental fija: en un pueblo de la Francia interior, Thiers, a finales de junio y a pocos días que finalicen las clases, los más jóvenes bajan a toda velocidad por las interminables callejuelas de piedra dispuestos a afrontar el nuevo día: la nueva mañana en las aulas con los profesores Richet (Jean-François Stévenin) y Petit (Chantal Mercier), la inesperada llegada de un alumno nuevo, Julien Leclou (Philippe Goldmann) y el inicio del descubrimiento de la sexualidad en plena pubertad por la atracción que siente Patrick (Geory Desmoceaux) hacia la peluquera madre de uno sus mejores amigos.

Truffaut recurre incluso al surreralismo (la secuencia de la caída desde un último piso quedará en la retina de muchos) para resaltar este canto a la juventud como una advertencia de lo incomprendidos que pueden llegar a ser en su mundo si no son escuchados en la realidad que viven periódicamente los adultos. Esta afectuosa atención se denota claramente a lo largo de la película y en cada uno de sus pequeños protagonistas con sus secretos y juegos. Y el director de “La Noche Americana” (La nuit Americaine, 1973) tampoco se deja caer en la ñoñería: no es una película para niños pero sí un film destinado a ellos por y para ser homenajeados a esa etapa vital del crecimiento del ser humano, decisivo para mostrarnos tal y como seremos en el futuro.

Y en el pueblo rural de Thiers no hay un mar soñado como en “Los Cuatrocientos Golpes”, pero sí unos chicos con ganas de evadirse y hacer volar su imaginación ante la mirada a veces indiferente de unos adultos que prefieren hacerse cargo de la situación en los momentos más difíciles.
Natxo Borràs
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