Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Natxo Borràs:
7
Drama. Thriller Leo, un psicópata, concibe una progresiva fascinación por Bilbao, una bailarina de striptease que para llegar a fin de mes ejerce como prostituta. Leo sigue a Bilbao a todas horas, estudia sus movimientos y termina por raptarla, como si se tratase de un objeto más que añadir a su colección erótica. Una historia de amor y posesión. (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2010
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ópera prima de José Juan Bigas Luna (Barcelona, 1946) puede ser digna de cualquier aficionado debido a su sencilla exposición de imágenes. Rodada con una pobre fotografía (obra de Pedro Aznar), el realizador de “Son de Mar” (2001) aprovechó con unos asfixiantes y densos primeros planos un ambiente turbio y casi oscuro. También la cámara fija el rostro inexpresivo e inerte del actor Ángel Jové, aunque la añadida voz en off (del actor y director teatral uruguayo Mario Gas) transmite los profundos sentimientos que se ciernen en tan oscura personalidad.

Bigas Luna refleja, no de manera directa sino sugerente, la decadencia de una clase burguesa que se va evidenciando cada vez que vamos conociendo la complicada abstracción obsesiva del desheredado Leo (Ángel Jové), un hombre perturbado que vive con María (María Martín) que le hace de tutora y amante, a la vez del tío de él (Jordi Torras) que lleva las riendas de la empresa familiar; un matadero del que controla los beneficios a espaldas de Leo. Mientras María incita al chico, que la aborrece aunque no puede sentirse solo sin ella, a sus juegos y perversiones sexuales. Leo encuentra su única salida de escape saliendo por la Barcelona de noche, en locales de striptease, coleccionando recortes y obsesionándose cada vez más por Bilbao (Isabel Pisano), una bailarina y prostituta que quiere hacerse suya. Para ello empleará todo cuanto tiene a su alcance para seguirla, comprar y olfatear las mismas prendas de ropa interior que usa ella y haciéndose con otros objetos relacionados con su nombre; incluido una postal de la capital vizcaína.

No es un film erótico al uso, que empezaban a aparecer en esa época de transición y destape, ni tampoco se puede considerar un film experimental. Bigas Luna, que trabajaría con Jové en “Caniche”, rodó un film tan serio como transgresor como el que representa “Bilbao”, para mostrar los oscuros y morbosos pensamientos de un perturbado que, desde su inocencia, materializa en los más perversos actos de los que disfruta con una indiferencia compulsiva.
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow