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Voto de Natxo Borràs:
6
Thriller Race Darwell, condenado a la pena capital por asesinar a su esposa, espera impaciente en el corredor de la muerte el resultado de la última apelación. Para sobrellevar la situación, mantiene correspondencia con cuatro mujeres a las que envía cintas grabadas. Ninguna de ellas conoce la existencia de las demás; pero un día un funcionario de prisiones intercambia los paquetes que Darwell les envía. (FILMAFFINITY)
30 de enero de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El malogrado Patrick Swayze será siempre recordado como el idolatrado guaperas de mediana edad que absorbió los corazones de las adolescentes de los ochenta (Dirty Dancing), los noventa (Ghost) y probablemente a las hijas catorceañeras en pleno siglo XXI acurrucadas hacia sus nuevos ídolos, mientras sus madres aún suspiran por la muerte del que fuera uno de los actores más populares de la gran pantalla.

Probablemente Swayze se tomaba muy en serio sus papeles. Su rígida como dura expresión que contrariaba con un carácter paciente, forjado en sus papeles de héroe o tipo duro no le impidió a que se le encasillara como tal; absorbía más la presencia del actor que en todas sus películas. Y por ser recordado en las anteriormente citadas “Dirty Dancing”, “Ghost”, la fenomenal “Le llaman Bodhi” (Point Break, 1991) de Kathryn Bigelow o la serie de televisión “Norte y Sur”, con eso ya era suficiente.

Su reflejo como actor guaperas también se demostró en otras cintas, más o menos de segunda. Tenemos “De Profesión Duro” (Roadhouse, 1989); “Con su Propia Ley” (Next of Kin, 1989) o “El Enemigo Público Número 1… Mi Padre” (Father Hood, 1993), la mar de alimentícias y aborrecibles… O su recordado cambio de registro en “La Ciudad de la Alegría” (City of Joy, 1992) de Roland Joffé y su secundaria aparición en la inquietante “Donnie Darko” (2001) de Richard Kelly.

Una vez visionada la película “Cartas de un Asesino”, no se le puede evitar su regusto a telefilm pero como segunda lectura puede ser un revulsivo de las fans hacia un actor que ya había entrado en plena madurez artística. Swayze interpreta a Race Darnell, un exconvicto que después de ser absuelto por el asesinato de su esposa y pasar siete años entre rejas enviándose correspondencia con cuatro mujeres mediante cartas y grabaciones, más un libro que ha escrito en el corredor de la muerte, intenta comunicarse con ellas pero cada una le tiene preparada una sorpresa diferente. Un cambiazo en una de las cintas levanta las sospechas entre ellas de que su querido preso no solo estaba por una sola mujer. Y alguien con ganas de matar y echarle la culpa al impopular y absuelto Darnell hará lo posible para que el FBI le pise los talones.

Un film entretenido. Algo previsible pero de los que te mantiene aferrado a la butaca un sábado por la tarde.
Natxo Borràs
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