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Voto de Natxo Borràs:
6
Acción. Aventuras James Bond ha sido designado expresamente por el general Koskov (Jeroen Krabbé), un desertor de la KGB, para que lo proteja durante su estancia en Inglaterra. Reunido con los directivos del MI6, Koskov contará que, su compatriota, el general Pushkin (John Rhys-Davies) tiene la intención de asesinar a varios agentes británicos... pero Bond tiene sus sospechas y pretendiendo ayudar a Kara Milovy (Maryam d'Abo), la linda chelista protegida ... [+]
13 de enero de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la renuncia de Roger Moore a continuar con el personaje del agente británico más célebre de todos los tiempos, a Timothy Dalton le sonrió la oportunidad (llevaba casi veinte años persiguiéndola) de caracterizarse como un renovado y demoledor 007 y que seguiría contando con la dirección de John Glen (llevaba ya tres películas consecutivas de la saga como “Solo para tus ojos” (For your eyes only, 1981), “Octopussy” (1983) y “Panorama para matar” (A view to a kill, 1985).

En su nueva misión, James tiene que ayudar al general del KGB Georgi Koskov (interpretado por el actor holandés Jeroen Krabbé) a huir del telón de acero bajo un conducto que le llevará de Checoslovaquia a Austria y después de denunciar que otro general, Leomid Pushkin (John Rhys-Davies) está asesinando a agentes rusos y británicos. Al otro lado del telón de acero dejará una novia aficionada al violoncelo, (Maryam d, Abo como chica Bond que pasó sin pena ni gloria por el “hall” de la fama) que permanecerá bajo custodia de 007 al comprobar que ella ha intentado asesinarlo durante su huida.

Tratándose de la última de las íntegras adaptaciones de un relato de Ian Fleming, el flaqueo de ver a un Bond con cara de palo, algo esforzado y sudoroso con tan solo recitar una frase como si tuviera problemas de vejiga, se huele a lo lejos. Es cierto que Sean Connery, Roger Moore o el fugaz George Lazenby habían aportado ciertos roles distintos al personaje según sus caracterizaciones, pero a Timothy Dalton tal vez su James Bond le llegó tarde, precipitándose en su entrega en el papel que queda al borde del precipicio, a punto de arrojarse al vacío con una caída que ya se vería anunciada con la posterior e inmediata “Licencia para matar” (Licence to Kill, 1989). Como primera película de Dalton sobre el agente británico (falla el actor, eso sí), no está mal y su argumento se asemeja a un thriller de espionaje de vieja escuela a un “blockbuster” potencial. Entre los villanos destacar al secundario Joe Don Baker, un actor tejano que seguiría participando en la saga 007 al lado de Pierce Brosnan e interpretando al colaborador agente de la CIA, Félix Leiter.
Natxo Borràs
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