Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de keizz:
8
Drama Emad y Rana deben dejar su piso en el centro de Teherán a causa de los trabajos que se están efectuando y que amenazan el edificio. Se instalan en otro lugar, pero un incidente relacionado con el anterior inquilino cambiará dramáticamente la vida de la joven pareja. (FILMAFFINITY)
16 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Asghar Farhadi es un director iraní que es toda una garantía. No se si habrá otro director con su nivel de aciertos en sus trabajos. Puedes ir a ver una película suya con la certeza de que vas a ver una gran película. “Nader y Simin” no le salió por casualidad, ya que en el resto de sus trabajos ha demostrado su enorme talento. Así que ir a ver “El viajante” solo podía ser un acierto. Y así fue.

Asghar Farhadi nos vuelve a deleitar con otro peliculón (y ya no se cuantos van). Escrita y dirigida por él con su habitual precisión, “El viajante” es una película inteligente en la que el iraní nos hace disfrutar con su característico cine social, mezclado con drama y suspense, que se va gestando poco a poco, con un ritmo pausado y un desarrollo minucioso, y que va ganando enteros a medida que avanza la película y se va desmenuzando la trama.

Como suele suceder en sus películas, su realismo es tal que uno por momentos se olvida de estar viendo en la pantalla una cinta, y parece que nos podemos infiltrar de incógnito en la vida de la pareja, como si estuviésemos sentados en un rincón de la casa junto a los mismos Emad y Rana, asistiendo desde un lugar preferente a sus conversaciones y sintiendo de primera mano su dolor y su desasosiego.

Farhadi sazona con maestría la historia dramática con ingredientes que le dan sabor al relato. La cultura social del lugar en que se desarrollan los hechos afecta decisivamente en la actitud de los personajes. La religión, la justicia, el sentido del honor, los principios morales, la venganza, la fragilidad de las relaciones por sólidas que parezcan, dan sabor a la trama al tiempo que la dota de una verosimilitud irrefutable.

Este director me tiene maravillado (¿se me nota?). Me asombra su capacidad para abordar una situación desde todos los puntos de vista posibles, para mostrarnos toda la complejidad de un asunto teóricamente simple. Su exquisita habilidad para hacer que el espectador comprenda las actitudes que toman todos los personajes pero al mismo tiempo se sienta incómodo posicionándose en favor de alguno de ellos, puesto que el fin casi nunca justifica los medios. Farhadi es un director de cine extraordinario y además un gran conocedor de las contradicciones del ser humano.

Y todo este viaje al interior del alma humana lo hacemos mediante un relato de suspense que parece que no tiene gran cosa pero se le van añadiendo intrigas y dilemas morales. Y aparecen unos billetes que hacen crecer las dudas. Y una camioneta que puede conducir al responsable de todo. Y de repente el sospechoso puede que no tenga la culpa. Y la venganza puede ocasionar la destrucción de la propia familia. Y Hitchcock parece sonreir satisfecho desde el más allá con películas como ésta (aunque seguro que él habría añadido una rubia explosiva al reparto).

Hablando de reparto, los dos protagonistas principales son habituales en las películas de Farhadi. Shahab Hosseini (“Nader y Simin”, “A propósito de Elly”…) borda el personaje y nos transmite con eficacia todas las sensaciones cruzadas por las que pasa el protagonista. Por su parte, Taraneh Alidoosti (“A propósito de Elly”) no se queda atrás en expresividad interpretativa. Habla con los ojos y transmite emociones con una naturalidad desbordante.

Los diálogos son muy buenos, pero el espectador entiende tanto lo que dicen como lo que no dicen. Los gestos y las miradas expresan mucho más que las palabras. Los hechos están relatados de forma directa y seca. No lo ves venir. En la última media hora es imposible pestañear siquiera. Su realismo hace que la vivas con intensidad, y su complejidad intrínseca disfrazada de simpleza formal hace que reflexiones inevitablemente sobre los temas que plantea.

“El viajante” es una película que apela a la inteligencia y la sensibilidad del espectador, que debe estar preparado para escarbar en las complejidades del alma humana y saber apreciar los detalles, algunos no tan explícitos. Es tan buena que dan ganas de volver a verla. Pero no al cabo de un tiempo, no. Desde el momento en que termina, te apetece que vuelva a empezar.

https://keizzine.wordpress.com/
keizz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow