Excelente historia sobre los abusos cometidos por parte de la Iglesia Católica a comienzos del Siglo XVI. Estos abusos consistían en la "venta del perdón divino" mediante indulgencias admitidas y deseadas por un pueblo manipulado a través de la deformación de la información llevada a cabo por una Iglesia gobernada por un Pontífice ebrio de poder que como tantos habían abandonado las verdaderas consignas del la moral cristiana, en pos de mostrar al mundo su "grandeza" con la construcción de la Basílica de San Pedro.

Un sólo hombre fue capaz de cambiar esto en Alemania, sin más arma que la pluma, el papel y la imprenta, y no solo eso, también plantó, en mi opinión, la semilla para que la Iglesia Católica posterior al Cisma fuera más tolerante.

En lo referente a la película nos encontramos con una interpretación impresionante por parte de Fiennes, que es capaz mostrar de forma estremecedora su debate espiritual. El guión además no tiene desperdicio. También cabe destacar el uso del movimiento en la cámara para expresar la confusión del protagonista en momentos límite y realzar este debate interno.