La forma de cortometraje funciona a las mil maravillas en la adaptación de un producto como este. Transmite la atmósfera opresiva del juego y el ambiente profundamente totalitario que se respira en el mismo. En 10 minutos se ha podido captar la esencia plena del juego y hacer una dramatización efectiva y coherente que nos transmite el devenir del título. Si bien es cierto que con un poco de imaginación y de pluma literaria daría para algo más largo, las ideas quedan plasmadas a la perfección y las actuaciones acompañan la burocracia kafkiana que impregna todo el juego.

Los planos de cámara son de lo más acertados en la narración, haciendo que un recinto tan cerrado como una garita de un guardia, tenga bastante fluidez y vitalidad. La adaptación de Paper Please es un producto digno y bien estructurado que cumple con solvencia los retos que plantean. Si tienen 10 minutos será un aprovechamiento bastante productivo.