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China China · Qingoco
Voto de Txarly:
5
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
30 de mayo de 2010
33 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madre mía, hasta los huevos de Mandela he terminado. Morgan Freeman penoso. La dirección pasable y justita justita. El rugby brilla por su ausencia. El envenenamiento a los All-Blacks antes de la final del campeonato del mundo, también.

Mandela no podía llevar una política de confrontación con los hombres blancos que lo tuvieron recluido en una celda durante tres décadas. Hubiese cavado su suicidio político, ya que hubiera terminado con ellos en menos de cinco años y se habría quedado solo. Sin el apoyo internacional. Sin el Rugby. Sin nada.

Eastwood se limita a rascar la superficie del pensamiento de Mandela y no se atreve a llegar un poco más allá al retratar a un personaje de por sí mitificado. El presidente hace lo que tiene que hacer: salvar a la población blanca de Sudáfrica (un diez por ciento) de la aniquilación total en pocos años. Lo que ocurre es que ese discurso ni se oye, ni se escucha. Clint se dedica a ensalzar las buenas acciones del mandamás africano cargándonos con una retahíla de propaganda política que termina hastiándote si tu principal meta para acudir a su llamada era contemplar jugosos planos de buen Rugby.

Como me dijo un amigo de esta página sobre Morgan Freeman refiriéndose a otra famosa película en la que interviene: "cada vez que aparece espero que comiencen a sonar villancicos." Y no, no me vale el obvio paralelismo del título ni que los Springboks fueran moneda de cambio política. Antes de Mandela eran mi equipo favorito de Rugby y sin ninguna duda, el mejor de la Historia de este deporte. Eastwood utiliza los mundiales como excusa para narrarnos las andanzas de Jesús por el desierto. Te has pasado, macho.

No hay deporte, hay estafa.
No hay juego, hay discursos rancios.
No hay All-Blacks, hay tres tomas.
No hay Mandela, hay Morgan Freeman.

Le había dado un seis. Es mejor rectificar a tiempo y ser consecuente con lo que uno ha visto. Un cinco, pues.
Txarly
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