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China China · Qingoco
Voto de Txarly:
4
Acción. Thriller. Intriga Tercera entrega de las aventuras del agente Jason Bourne, que sigue investigando quién es y qué hay realmente detrás del programa secreto de la CIA llamado Treadstone. Un reportero británico de "The Guardian" le pone sobre una nueva pista facilitándole el nombre de Blackbriar. Bourne dará con él en Londres, en un intento de encajar las últimas piezas de ese pasado que él aún intenta recuperar. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2008
44 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
La tercera parte me ha llegado al alma. Hay que ser muy lameculos, muy descerebrado, muy... en definitiva, muy subnormal, para tragarse esta inmundicia política sin que nadie ponga el grito en el cielo ante tal muestra de desvergüenza gratuita. No, no me he vuelto loco, es que me cuentan que la prensa americana (el cuarto poder) iba a desvelar secretos de Estado de los yuesei al ciudadano de a pie.

iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaAAAAAAAAAAAAAAAhhhhhhhHHHHHHH...

Claro, claro. Me cago en todos sus muertos. Me parece un fraude de la ostia que todos los que conocemos in situ lo que es el periodismo y la perdida absoluta de libertad que padece desde mediados del siglo veinte no nos subamos por las paredes. Es que joder, encima de mostrarnos un truñazo maniqueo, quieren manipularnos mentalmente. Nos dicen básicamente dos cosas:
1- tenemos gente así por ahí que va limpiando el mundo de malotes (los que señalamos nosotros) porque se ha de hacer así, y lo enfocamos de un modo digamos... ligero.
2- en este país hay libertad de prensa y publicamos todo lo que caiga en nuestras manos.

Para uno que es periodista y que no se olvida del sonrojo que le causó que durante las semanas posteriores al 11-S la prensa estadounidense se AUTOCENSURÓ por bien de la seguridad nacional dijeron... una peli de este calado le toca la fibra de una manera insoportable. No dudo que la crítica será fusilada a gusto, pero qué coño, alguno hasta la leerá y todo. No hay ninguna libertad de prensa en aquel país. Todo lo que pueda dañar al stablishment queda censurado por todos y cada uno de los directores de panfletos tan ilustres como NYTimes, WPost, Chicago Tribune o SF Examiner. Están con cualquiera que gobierne porque son parte del sistema. El único que quiso cambiar algunas cosas fue Nixon, y así le fue.

Esta película, fascista como ninguna, nos indica que en los yuesei hay libertad de prensa y al malvado, aunque sea de casa y con galones, se le persigue y se le condena. Y yo me cago en todos sus muertos. Y en esta bazofia indecente que a muchos se la han metido ya con vaselina. La inconsciencia de masa puede dar fe de ello. Y a mí, han conseguido encresparme como no recuerdo. Que el bureau político fascista republicano tenga mano en Hollywood todavía... es algo que a uno siempre le sigue sorprendiendo, aunque no debería.
Txarly
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